Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


De Carmen a Carmen

05/08/2022

La Virgen del Carmen, creo yo que ha sido esa Virgen legendaria consuelo y esperanza de muchas antepasadas generaciones: Madres, abuelas, tías. parientes y vecinas, todas fieles a sus novenas... escapularios... hábitos... Recuerdo que durante mi niñez, siempre había dentro del entorno alguna mujer con aquel  vestido de color marrón oscuro, muy largo, de confección  discretísimo, y con una correa de cuero lateral, y un escudo en la solapa: Era que aquella abuela, tía, o allegada, había prometido al Cielo, que si le concedía lo suplicado, llevaría hábito de la Virgen del Carmen como mínimo durante un año. Y acudía a las novenas que tenían como música de fondo aquel....¡ Viva María, viva el Carmelo, viva el escapulario, prenda del Cielo...! Sin duda, para bien o para mal todo evoluciona, y sin embargo, cuando algo conmueve, hasta el mismísimo Cielo tiene sus preferencias. Lo digo, porque dentro del cambio entre ancestros, el tema de la Virgen del Carmen, se aferra a machamartillo a sus tradiciones, orígenes y raíces. Tan dentro de mí está todo lo relacionado con la Virgen del Carmen, que el mismo año en el que mi madre falleció, yo, en su honor, me propuse llevar a cabo todo lo que ella hacía: Novena... procesión... pero tuve que recular, porque el mismo día en que comencé la novena, entre cánticos, comunión, calorazo... y tristeza infinita, me puse muy malita en la iglesia, hasta el extremo de tener necesidad de salir al aire, mientras dos señoras encantadoras con su hábito y su escapulario, me acompañaron a casa y me ayudaron a acostarme. Soporté mucha depresión cuajada de casa vaciada, pero gracias a su intervención, -porque mi madre está muy bien situada en el Cielo, y por lo tanto tiene mucho enchufe Celestial- poco a poco he ido acostumbrándome a lo irremediable, y aquí sigo con su recuerdo y con mi penita atenuada. Pero cuesta arrancar dichos y hechos tradicionales, no hace muchos días, ante un nietecillo que cayó al suelo mientras jugaba en la plaza, exclamó su abuela.-¡Ay, Virgen del Carmen Bendita, si está sangrando de la rodilla !-.Ya veo que la Virgen  del Carmen la escuchó porque el crío está tan campante.También han desaparecido aquellas capillitas pequeñas, con dos puertas cristaleras, la imagen dentro, y que iban de casa en casa. Pues a seguir  tirando de  la cuerda, aunque a veces, esa cuerda esté llena de nudos.Y con algo de retraso quiero felicitar a mis Cármenes más cercanas: Arroyo, Centeno, Casado, Navarro, Menchu,... Pero....¡tengo muchas, muchas, más! Besitos para todas.