Ansiedad, depresión o baja autoestima son algunos de los síntomas que presentan las mujeres con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). En el extremo opuesto, los varones manifiestan hiperactividad, impulsividad, problemas académicos o conductas disruptivas. Es decir, ellas tienden a internalizar más los síntomas, lo que a la larga dificulta un diagnóstico que a veces nunca llega.
Diferencias entre sexos que ayer abordó la Asociación TDA-H en su duodécima jornada anual, centrada en las niñas y mujeres con esta dolencia. Fue un congreso «muy satisfactorio e interesante», en palabras del presidente del colectivo, José Antonio Hoyos, que consiguió reunir en el auditorio de Unicaja a decenas de profesionales del ámbito sanitario y docente no solo de Palencia, también del resto de provincias de Castilla y León, Madrid e incluso del sur de España.
En la conferencia inaugural Niñas, TDAH y escuela, Ana Isabel Solanas habló de la necesidad de dar visibilidad a cómo se manifiesta la sintomatología en las aulas y cómo se puede intervenir. «Son niñas que pasan desapercibidas, pero sufren una mayor ansiedad y las consecuencias las vemos a largo plazo», señaló.
María Mendaña profundizó en el hecho de que la internalización de los comportamientos de niñas y adolescentes «puede causarles una enorme distracción, agitación interna, falta de habilidades sociales y una mayor desregulación emocional con desajuste que pueden conducir a trastornos adicionales alimentarios o de personalidad».
Finalmente, Antonio Terán defendió que las diferencias de género en TDAH no están en los síntomas, «sino en la variada manifestación cínica de éstos».
Tales fueron las aportaciones de la jornada y novedoso el enfoque en clave femenina, que una editorial valenciana publicará un libro sobre las mismas.