«Ser entrenador ayuda a comprender al tuyo»

David Correia
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En su tercera temporada con el Palencia Cristo Atlético, el centrocampista Raúl Arroyo está volviendo a contar con la confianza del entrenador. El futbolista valora positivamente su etapa en el conjunto morado, donde está logrando la plena

«Ser entrenador ayuda a comprender al tuyo» - Foto: Óscar Navarro

Raúl Arroyo es esa clase de jugador maduro pese a su juventud. No es muy difícil en una plantilla como la del Palencia Cristo Atlético, plagada de chavales jóvenes con la ilusión como motor de vida. Para el abulense ya es su tercer año en el Palencia Cristo Atlético, donde ha vivido una fase de promoción a Primera RFEF, un ascenso a Segunda RFEF, tres partidos de Copa del Rey (uno contra un Primera División, otro contra un Segunda y un tercero contra un Primera RFEF), un cambio de entrenador y más cuestiones, todas ellas tratadas en esta entrevista. 

En el libro de su vida como futbolista ha escrito muchos capítulos pese a su juventud. Pero comencemos por las primeras líneas... ¿cómo se inició en esto?

Empecé a jugar en el cole, en los juegos extraescolares. Era algo que me gustaba, así que me apunté a un equipo de barrio en mi Ávila natal. Después de ocho años allí, me fui al Real Ávila. Luego milité en la División de Honor juvenil con el Diocesanos, y cuando pasé a ser sénior volví al Real Ávila para jugar en Tercera División. Más tarde firmé con el Santa Marta salmantino, desde donde vine a Palencia. Este es ya mi tercer año aquí.

En ese ficticio libro del que hablábamos vemos cómo ya ha dado muchas vueltas por distintos equipos. ¿Cree que es necesario salir de casa?

Sin duda. Es muy importante salir de tu zona de confort. Te ayuda a pensar de una manera distinta y a la hora de la valoración, creo que fuera de casa te lo ponen más fácil.

Precisamente, uno de sus destinos fue Palencia. ¿Qué le atrajo para tomar dicha decisión?

El proyecto deportivo que se estaba creando en aquel momento fue decisivo. Apostaban por gente joven, que quería ser protagonista con balón y practicar un juego vistoso y combinativo. Además, el estadio también jugó un papel importante. Jugar en La Balastera es un lujo al alcance de muy pocos en esta categoría. Por último, la similitud de tamaño de Palencia con Ávila acabó por decantar la balanza.

En su primera temporada en el club jugó bastante, aunque quizá en la última no contó con todos los minutos que le hubiera gustado. En la presente, parece que de nuevo el míster le está premiando con su confianza...

En mi primera temporada sí que entré bastante, pero también hay que tener en cuenta que era Tercera División, es más simple jugar. Ahora, en Segunda RFEF, el salto de categoría se nota. Por supuesto, la competencia es mayor y todo es más complicado. Además, tuve una lesión duradera, estuve seis meses sin jugar a fútbol. Cuando por fin me recuperé tuve que ir cogiendo el ritmo poco a poco, ya que sino esta categoría te acaba arrollando.

En su segundo curso en Palencia, no solo se desempeñó como jugador del primer equipo, sino que también ayudó en el cuerpo técnico del filial. ¿Le ayudó para ver el fútbol de otra manera?

¡No hay duda! Desde que empecé a entrenar a niños pequeñitos hace cinco años siempre he dicho que es muy importante llevar a cabo esa profesión para entender las decisiones que luego toma tu entrenador contigo. En mi opinión, todo el mundo debería probarlo. A mí me ayudó mucho a crear mi perspectiva como futbolista.

Si hablamos de entrenadores, tenemos que sacar un nombre, porque es uno de los mejores. Chuchi Jorques. ¿Qué tal con él?

Siendo sincero, estoy muy contento. De momento me está dando muchas oportunidades y solo puedo desear que todo siga como hasta ahora.

Con Chuchi han vivido hace poco un duelo de Copa del Rey ante el Ibiza de Segunda División. Anteriormente, con Rubén Gala vencieron al Real Unión y plantaron cara al RCD Espanyol de Primera División. ¿Cómo lo vivió usted?

Me encanta el nuevo formato de la Copa del Rey. Creo que son todo pros y hay muy poquitas desventajas. Empezando por el apartado económico, un club humilde como el nuestro puede hacer caja y eso es muy importante. Y deportivamente hablando, es increíble. Para nosotros es muy difícil enfrentarnos a equipos profesionales y poder hacerlo, dando además una buena imagen, es un premio. Es un sueño que tienes desde pequeñito.

Son tres años en el Palencia Cristo Atlético. En los mismos, ha logrado con su equipo un ascenso de Tercera a Segunda RFEF y una fase de ascenso a Primera RFEF. ¿Cómo se valora?

Muy positivamente. Son momentos que se viven muy pocas veces, por lo que son casi únicos. Yo me acuerdo que cuando era un niño iba a ver al Real Ávila jugar esos partidos de promoción y decía ojalá algún día pueda estar yo ahí. El único punto negativo es el nuevo formato, con sede única para toda la fase. Me gustaría que los playoffs volvieran a ser como antes, jugandose en los campos de los equipos involucrados.

Ha sido un verano muy movido para el club. Casi la totalidad de la plantilla del año pasado decidió hacer las maletas y esta temporada se han incorporado muchos compañeros nuevos. ¿Cómo se vive eso desde dentro?

En un vestuario joven como el nuestro es importante controlar los egos. Afortunadamente, no ha habido ninguno. También es muy importante el papel de la gente veterana.

En ese vestuario, ¿quién es su mejor amigo?

(Ríe) Diego González.

Poniendo la mirada en el horizonte, Raúl Arroyo observa hacia delante, ¿y qué ve en su futuro?

Es muy complicado, ni yo lo sé. Para un entrenador eres una pieza clave, pero para otro no cuentas nada. ¡Los futbolistas somos monedas de cambio!

Por último, lance un mensaje para todo aficionado del Palencia Cristo Atlético que esté leyendo estas líneas

Simplemente darles las gracias por todo el apoyo que nos brindan cada fin se semana. Es un tópico, pero les sentimos muy cerca en cada partido. Y a los demás palentinos, que ojalá se animen a venir más a menudo y podamos ver las gradas como algún día.