Los municipios rurales necesitan un tratamiento especial y ventajoso para poder fijar y atraer población». Esta fue uno de los mensajes que lanzó ayer desde la localidad de Husillos el rector de la Universidad de Salamanca, el palentino Ricardo Rivero.
Para lograrlo, lo primero y fundamental es, a su juicio, apostar por regímenes «adaptados a la realidad y a las necesidades del territorio». Es decir, aplicar el principio de ruralidad, una asignatura «pendiente» en la agenda política.
Esto debería traducirse, según expuso el rector, en unas medidas fiscales específicas para zonas poco pobladas como, por ejemplo, la provincia palentina. ¿Cómo?«Bajando impuestos» y eliminando«trabas burocrática», señaló Rivero.
Él fue el encargado de abrir con la conferencia Medidas administrativas para la repoblación las jornadas La Repoblación organizadas por el Ayuntamiento de Husillos, en las que también participaron Milagros Alario, profesora titular de Geografía en la Universidad de Valladolid, y José María García, primer concejal de Repoblación de España (Belorado, Burgos).
LA SOLUCIÓN, FUERA
Por otro lado, el alcalde, Juan Jesús Nevares, subrayó que la solución al problema de la despoblación y de que «somos pocos» no está en Palencia, sino fuera de las fronteras provinciales. «Y también de que nosotros seamos capaces de atraer a nuevos pobladores», dijo.
Este fue el leitmotiv de La Repoblación, en la que se puso el foco en el trabajo de las administraciones locales de pequeño tamaño que trabajan en el territorio, para las que el primer edil terracampino pidió «menos impedimentos» en su gestión diaria.
A modo de ejemplo, Nevares aseguró que a una farmacia en un pueblo como el suyo, que no llega a los 400 vecinos, «se le pide los mismos requerimientos que en una en la calle Acera de Recoletos de Valladolid», que roza los 300.000 habitantes. «Con esos hándicaps, es imposible», remató.
VIVIENDA
Durante la jornada también se puso el acento en los problemas de acceso a la vivienda, sobre los que hablaron los CDRde Carrión de los Condes y Monzón de Campos. En este sentido, Nevares aseguró que «aunque hubiera empresas generadoras de empleo o gente que quisiera asentarse en los pueblos, «no tenemos sitios dignos dónde meterlos».
También denunció que, para muchos, la despoblación «es un negocio». Lo hizo en alusión directa a a iniciativas como los de las macrogranjas de cerdos, para los que se eligen zonas con poca masa social que alce la voz contra estos proyectos. «Palencia es un territorio de sacrificio, una bolsa en la que se mete todo lo que los demás no quieren», enfatizó.«No podemos competir en muchas cosas con Madrid, pero sí en calidad de vida, en los costes y en cómo criar a nuestros hijos», concluyó.