Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


A ver si se enteran

22/02/2022

Veo necesarias unas notas para cerrar las elecciones autonómicas del 13-F desde el ojo del ciudadano.
La participación ha descendido con buen tiempo, si bien no han sido urnas dobles, autonómicas y municipales atrayendo menor número de votantes. Pero cincuenta mil electores es una cifra señalada, una pequeña cabecera de provincia.
Vemos que el pueblo se separa de sus gobiernos. ¿Cree Podemos que Castilla quiere un social comunismo? Pero si han tenido que cambiar de nombre su ideología tras verles las piernas bajo las andas. Queremos lo que votamos, no pactos sin líneas rojas.
Se acusa cansancio del electorado en acontecimientos importantes como este. Hartos de que nos llamen quienes no resuelven nuestros problemas diarios de economía cercana, sino con amenaza de peajes, precariedad social, inseguridad en la convivencia, en el trabajo, o poblacional si no es con constantes subvenciones después reintegrables.  
Estamos cansados de ver siempre a los mismos encabezar las candidaturas. ¡Y protestábamos de la época de Guerra Zunzunegui y López Henares! Pero, siguen gobernando el PP los mismos cuatro de siempre, quienes se alternan en los puestos y solo dejan crecer los árboles que siguen su vereda, en ejercicio perfecto de endogamia, de poltrona activa. Otra vez en Valladolid ejerce su maestría uno de los responsables del Meseta Sky. Así, es imposible adelgazar el Estado. 
No queremos constantes amenazas de Hacienda que cansinamente amarga, ni fuga de dineros en repetición electoral. En estas elecciones ha quedado clara la voluntad de pacto de la derecha constitucional, PP- VOX, o se castigará con dureza en la siguiente votación, aunque, se conoce el terrible resultado de otra segunda llamada.
Hemos evitado las motivaciones de los cabreados, que caminan no por donde sus votantes desean, sino con su mirada personal. Tanta beligerancia no da frescura, aburre, como las guerras de barcos. 
Odiamos los paseos electorales por la calle Mayor, con presencias que conminan, alejando a las cabeceras de cartel de la ciudadanía. Solo queremos una política humanista que se acerque a las inquietudes de los votantes.