Le piden 24 años de prisión por violar y maltratar a su esposa

ALBERTO ABASCAL
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El Ministerio Fiscal relata que el procesado, vecino de la capital, la obligaba a vestirse y maquillarse como una prostituta

A consecuencia de estos hechos, la víctima presenta, depresión y sentimientos de inutilidad. - Foto: REVISTA PERFIL

A las puertas de la celebración del  Día Mundial contra la Violencia de Género, Diario Palentino ha tenido acceso a una calificación suscrita por el Ministerio Fiscal que no tiene desperdicio. Sin duda, se trata de la calificación más dura realizada por el Ministerio Público en un caso de violencia machista, al menos, durante el último lustro.

El caso es que un vecino de Palencia, J.F.P.J., se enfrenta a una pena global solicitada por el fiscal de 24 años de prisión como presunto autor de hasta nueve delitos cometidos contra su esposa; concretamente un delito continuado de violación con uso de violencia o intimidación especialmente degradante (15 años de cárcel y otros ocho de libertad vigilada), tres delitos de maltrato (un año por cada uno), un delito continuado contra la integridad moral (dos años), un delito continuado de amenazas leves (1 año), un delito leve contra la integridad moral (localización permanente), un delito de maltrato habitual (2 años) y un delito continuado de coacciones leves (un año). Según sostiene la Fiscalía, el acusado empezó la relación sentimental con la víctima a los 13 años. Tras quedarse embarazada a los 19, con el ánimo de atentar contra la integridad física y psicológica de la esposa, supuestamente «le propinaba de modo constante patadas y empujones, acompañándolos de insultos». 

La acusación dirigida contra J.F.P.J. también pormenoriza que el procesado impedía a su cónyuge relacionarse con normalidad con los suyos, limitando sus salidas del hogar familiar si no eran en su compañía. La mujer accedía a no tener casi contacto con terceros a sabiendas que, si le contravenía, el sujeto «la golpearía o la insultaría».

Pero la cosa iba a peor porque la Fiscalía refleja que, de modo constante, en las discusiones le hacía saber que podía quitarle la vida.La Fiscalía, llegado a este punto, recuerda que el calvario que sufría la mujer dentro del matrimonio era incuestionable. Así las cosas, recuerda cómo en el verano de 2019 el acusado le agarró a su esposa de la cabeza para golpearla contra la pared, causándole una brecha, si bien no fue al centro médico para su cura, haciéndolo ella misma. 

Tras la agresión, «mantuvo relaciones sexuales completas con la mujer, sin su consentimiento por miedo a ser nuevamente golpeada». 

Asimismo, la obligaba a vestirse y maquillarse como una prostituta. De hecho, en una ocasión la llevó a un club de alterne contra su voluntad para que viera lo que hacían las mujeres  y luego la obligaba a realizar prácticas sexuales que suponían una humillación para ella.

La Fiscalía también relata en su escrito de acusación que el 8 de enero de 2020, sobre las 21,30 horas, la víctima se tuvo que vestir como el acusado quería, concretamente como una prostituta y encima poniéndole buena cara por temor a ser golpeada como ocurría habitualmente.

Por estos hechos narrados, J.F.P.J. ingresó en prisión preventiva, aunque todavía tendrá que ser juzgado en su día en la Audiencia Provincial de Palencia.A consecuencia de estos hechos, la víctima presenta, según el Ministerio Fiscal, depresión, sentimientos de inutilidad, retraimiento en las relaciones personales, sentimientos de fracaso, tristeza, alteración del sueño, reducción de la energía, pérdida de apetito y peso, baja autoestima, miedo intenso, pánico, identidad personas profundamente dañada, estrés postraumático crónico, todo ello compatible con la existencia de violencia habitual en la pareja de tipo sexual, físico y verbal.