Todo sabe mejor con las ollas ferroviarias

DP
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Venta de Baños vivió una exitosa jornada con el reparto de un millar de raciones de guiso elaborado a iniciativa del Ayuntamiento por la Asociación Gastronómica Atizadores Venteños

Todo sabe mejor con las ollas ferroviarias - Foto: Sara Muniosguren

El estupendo olor a guiso cocinado en ollas ferroviarias volvió a impregnar el aire de Venta de Baños. La localidad vivió ayer una exitosa cita gastronómica -en su novena edición- que, promovida por el Ayuntamiento, reunió a un importante número de vecinos en torno al condumio. La tradición ferroviaria de la localidad manda y un año más esta disfrutó del buen sabor de lo popular, con actividades complementarias, como el mercado gastronómico y artesanal, la música del grupo Ñ que Ñ,  los bailes regionales a cargo del grupo municipal de danzas y los Dulzaineros de Venta de Baños.

El movimiento se dio en la plaza Puerta del Sol y sus alrededores para  poder degustar las tradicionales ollas ferroviarias, que se repartieron de 13 a 15 horas, había que adquirir un tickets -disponibles desde el  pasado 25 de octubre- en los bares Ideal, La Terraza, Español y Vaya Lío al precio de 2,50€euros, o en la caseta de información que el Ayuntamiento instaló en las inmediaciones ayer mismo. Estaban llamados a esta nueva edición de la Olla Ferroviaria venteña vecinos, visitantes y curiosos deseosos de un poco de gastronomía tradicional.

Organizada la convocatoria  por el Ayuntamiento, el encargo de llevar  a los paladares los mejores sabores recayó una vez más en la Asociación Gastronómica Atizadores Venteños, colectivo que preside Fernando Carro Sanz y que agrupa a poco más de una docena de integrantes. Es precisamente su máximo representante quien contó a Diario Palentino que para esta degustación popular, el guiso se preparó en  20 ollas, de ahí la posibilidad de llegar a repartir  un millar de raciones, si bien se eran 800 las contratadas.

Carro Sanz explicó que se podía elegir entre alubia blanca de Saldaña con chorizo y papada ibérica y costilla de cerdo duroc con patatas de la Ojeda. En el caso de la legumbre, se utilizaron 3,5 kilos por olla -14-; y en el de el tubérculo dos sacos de 50 kilos, y de costilla,  unos 30 kilos. 

La práctica totalidad de integrantes de Atizadores Venteños  se puso manos a la obra a eso de las  7,30 horas,  «abrigados porque hacía fresco», y así  tener un tiempo de reposo para el guiso. «Hemos trabajado a contrarreloj, sin parar. Nos viene justo, y eso que en días anteriores se va preparando», señaló Carro Sanz. «También es verdad que tenemos cogido el truquillo, con todo pesado.Es como un guiso de casa, pero más lento, de unas cuatro horas», aseveró.

La «respuesta ha sido muy buena», comentó el presidente de la asociación, que añadió que la comida se sirvió en material biodegradable,  con un trozo de pan, guindilla, vino o agua y servilleta.

La Asociación Gastronómica Atizadores Venteños sorteó  una olla ferroviaria, con lo que consigue fondos para  la compra de material. «Al que le toca, otro que se ha envenenado porque guisar con esto  lleva tiempo, pero la comida está estupenda», concluyó Carro.