El Palencia Cristo Atlético desea volver a sumar en su casillero después de la derrota ante el Racing B, que devolvió a la realidad a los morados después de varias semanas en las que encadenaron resultados muy positivos.
Enfrente le espera el Club Marino de Luanco, que quiere hacerse fuerte en Miramar, su estadio, donde confían que la situación climatológica les pueda ayudar. Las constantes lluvias que han arreciado la localidad en las últimas horas ponen en jaque el plan de partido. «No vamos a modificar nuestro modelo de juego, eso está claro, pero sí que vamos a adaptar una serie de matices en función de cómo esté el campo. Yo he jugado en ese estadio, y si está bien es un gran terreno de juego para disputar un partido de fútbol. Pero la sensación que tenemos es que no va a ser así. Tenemos que ser muy inteligentes e intentar aprovecharlo. Hemos de correr pocos riesgos, sobre todo en campo propio, y tratar de dominar en campo rival. Si corremos riesgos innecesarios se nos puede complicar mucho la tarde», comentaba Chuchi Jorques.
En lo meramente futbolístico, se prevé un choque entre dos equipos cercanos en la clasificación. El Palencia Cristo Atlético, octavo con 16 puntos, está por encima de un Marino de Luanco undécimo con 15. Las posiciones en esta Segunda RFEF tan apretada parecen carecer de mucho sentido, pero no del todo. Una victoria local pondría a los asturianos por encima de los palentinos, mientras que un triunfo visitante permitiría a los de Jorques, dependiendo de los resultados de los otros partidos, volver a los puestos de promoción a Primera RFEF.
Reengancharse. El Palencia Cristo viaja con el único objetivo de reenganchar su vagón particular al tren de la victoria. «Hemos hablado sobre el partido anterior, como hacemos todas las semanas. Hemos hecho la sesión de vídeo y los propios jugadores han observado lo que hicimos bien y mal. Nos parece importante que ellos mismos analicen cuáles fueron nuestras fortalezas y cuáles nuestras debilidades. Pese a que creo que los goles vienen por dos detalles puntuales, es necesario pararse a pensar», sentenciaba Chuchi.