Esperanza Pérez Zamora, quien fue pionera de la exhumación de represaliados de la Guerra Civil y del movimiento de memoria histórica, falleció este martes a los 87 años de edad. Natural de Cevico de la Torre, tenía solo 18 meses de edad cuando su padre fue fusilado. Durante su infancia y juventud residió en Pamplona, Irún, Bélgica y Alemania para terminar regresando a Palencia.

En 1977 tomó la decisión de buscar los restos de su padre, para lo que se puso en contacto con quien le asesinó con el objetivo de que le mostrara la fosa común en la que estaba enterrado. Tras dar con él, continuó con la búsqueda de su abuelo y sus tíos, también fusilados. Una tarea que abordó con poco más que una pala, un azadón,  un cepillo y, a veces, una excavadora en una época en la que todavía no existían asociaciones de recuperación de la memoria histórica y el tema era considerado un tabú. Fue un ejemplo y un faro para muchas familias que se encontraban en su misma situación, hasta el punto que logró exhumar hasta 150 víctimas de las fosas de Villamuriel, poniendo un millón de pesetas. A día de hoy, según la ARMH, en la provincia se han recuperado los restos de 700. 

hija adoptiva. Por su trabajo y entrega, representantes de la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica (Armhp), CCCOO, CGT, Ganemos, IU, Podemos y PSOE estaban impulsando estos días una iniciativa ciudadana para que fuese declarada Hija Adoptiva de la ciudad. De hecho, hace solo unos días se registraron 300 firmas apoyando un reconocimiento que habrá que estudiar si es posible, ya que se trata de un título vitalicio y, por lo tanto, es necesario interpretar si se puede conceder a título póstumo. No obstante, Ganemos y el PSOE han anunciado que valorarán otro tipo de homenaje.