Nos dicen que es necesario aplicar nuevas políticas energéticas para existir en un mundo comercial amenazado por Rusia. Ante esta ofensiva ¿cómo actuamos? 
La política energética bajo el mando de la ministra Rivera, es inexplicable. La energía alternativa fotovoltaica se ralentiza, las licencias para huertos solares no se otorgan por no disponer de infraestructura para la evacuación de los sobrantes. Producimos sin comercializar para ser de utilidad pública. Se salva el autoconsumo. Una locura. 
No se potencian energías geotérmicas. Las obtenidas subterráneas son muy someras, poco profundas. No se investigan energías extraídas de las mareas. No recogemos biomasa; se queman los montes, despreciando la ganadería tradicional. Media España ardiendo. Una barbaridad.
Francia plantea minicentrales nucleares. Energía más barata que cualquier otra. Y nosotros retenidos por corbatinas y falsos ecologistas.
Desmantelamos las térmicas, sin alternativas. Eso sí, con un viral de las caídas de las chimeneas. 
El ejemplo del presidente Sánchez es inexplicable, derrocha recursos energéticos, movilizando el Falcon y el Superpuma 24 veces en 72 horas, para darse presencia. Un figura.
Nos llaman incompetentes desde Frankfurt, Bruselas y ya en Lisboa. Ayer la ministra se oponía a la política de ahorro que ordena Europa dando más importancia a su ideología que al beneficio ciudadano. Pedimos dinero a Europa sin sacrificarnos. Veremos qué dicen.
¿Dónde está el ministerio de transición ecológica y la ministra insolidaria?