Después de dos años marcados por las restricciones derivadas de la covid, Prosol recuperó ayer la presencialidad prepandemia para celebrar en el cine Ortega su reunión anual de equipo, en la que la CEO y fundadora Rocío Hervella se mostró «muy orgullosa» de su equipo, «que es siempre lo primero y que están conmigo contra viento y marea haciendo un esfuerzo brutal». 

Bajo el lema Enhoranueva, un guiño de la compañía a los cambios vertiginosos e inesperados a los que se ha tenido que ir adaptando en los últimos tiempos, los diferentes responsables de área de la empresa desgranaron detalles sobre la situación actual de la compañía y los planes para el futuro a corto y medio plazo. 

Hervella emarcó los cambios en el contexto general precipitados por factores como el aumento de los precios de la energía y de las materias primas o la sequía, circunstancias que, «prácticamente de un mes para otro», multiplicaron los costes de producción. A pesar de ello destacó que «sigue habiendo mercado», pues el café continúa siendo una bebida «muy apreciada por los consumidores». Así lo demuestra el aumento de las exportaciones en 2021, un año en el que el 60% de la producción de café de Prosol  viajó con destino a los más de 30 países para los que la compañía produce más de 13 millones de tazas de café cada día.

La fundadora de Prosol, compañía que en 2023 cumplirá 25 años, subrayó que la empresa ha de mantener «un modelo sólido y solvente basado en nuestra misión, que pasa por ser la mejor alternativa por sus productos y servicios y la mejor opción para el cliente, además de ser una compañía digital, con liderazgo global, venciendo barreras, siendo sostenible e innovando». «Vamos a seguir con nuestro modelo para continuar creciendo porque creemos en él», apostilló antes de añadir a modo de conclusión que en 2023 «el proyecto va a ser aún más rápido y de nuevo con el consumidor en el centro». 

Valor y anticipación. Tras un exhaustivo repaso a la situación de la compañía, Hervella aprovechó el encuentro con los miembros de Prosol para anunciar que la compañía, «fiel a sus principios», trabajará para anticiparse al nuevo contexto legislativo que marcará el devenir del sector del café en el corto plazo y destacar el mantenimiento del empleo y la firma del último convenio colectivo «de futuro» en una época de dificultad. 

A la vez, agradeció el esfuerzo de todos en la búsqueda de soluciones de valor para dar respuesta a las necesidades reales de los clientes manteniendo y optimizando los estándares de calidad, seguridad, eficiencia y competitividad. «La coherencia y la consistencia marcan el día a día», recordó Hervella antes de revelar que los miembros del equipo fueron los protagonistas de su discurso al recoger el Premio Forbes-Credit Suisse otorgado a las prácticas sostenibles de la empresa, una constante desde su nacimiento en 1998.

La labor del equipo Prosol, que se va adaptando de forma paulatina al proceso de transformación digital en el que se encuentra inmerso la empresa, cobró también especial relevancia durante el encuentro por cuanto que el esfuerzo conjunto y el uso del dato para optimizar los procesos «han traído consigo diversas mejoras en la gestión medioambiental, ratificadas por la renovación de los principales marchamos de calidad y por el reconocimiento de la sociedad».

Las casi 300 personas que forman parte de Prosol disfrutaron, además, de la charla de Manu Marín, CEO de la empresa Livall y emprendedor tecnológico que está «revolucionando la movilidad sostenible» gracias a sus cascos inteligentes. A modo de inspiración, Marín hizo un repaso por su carrera profesional, en la que ha pasado por el MIT y Sillicon Valley, y en la que se incluyen trabajos para empresas de la talla de Apple, como desarrollador del iPhone, o Telefónica, donde impulsó Movistar Fusión.