La acción de Adrián Pérez en el partido del pasado domingo ante el Atlético Astorga. Con 0-1 en el marcador, segundos después de haber estrellado Míkel un balón en el larguero, lesionándose en esta acción, el talentoso delantero palentino vio la roja por agresión al jugador maragato Javi Amor cuando este último estaba tumbado en el césped. Adri venía caliente. Un minuto antes habría recibido una amarilla por protestar una cartulina que el colegiado señaló a su compañero Pablo. Esta disconforme con el criterio arbitral. 

El burgalés Calleja Castrillo vio la acción y le mandó a la calle en el minuto 65. El acta fue muy dura, señalando que vio la cartulina roja por «dar una rodillazo en la cara a un adversario de forma violenta, no estando el balón en juego. 

Aplicando el Código Disciplinario a Adri le puede caer una dura sanción, al incidir el colegiado en violencia y juego parado. En el artículo 98.1 se señala: «Agredir a otro, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos». El criterio habitual es imponer la sanción mínima de la escala, por lo que todo parece indicar que su sanción será de cuatro partidos. De ser así, se perdería los partidos ante Almazán, Santa Marta y Burgos Promesas 2000. El cuarto dependería de cuándo se juegue el aplazado en Briviesca. De ser el Jueves Santo, lo cumpliría ante el cuadro burgalés, de ser el 23 de abril, frente al Zamora.

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