CCOO se sumó ayer en  la tercera reunión del período de consultas al  acuerdo asumido la pasado semana por UGT y el Sindicato Profesional de Cuadros (SPC) con la dirección de Renault para firmar la ampliación del  ERTE en las factorías de Valladolid y Palencia. Las condiciones pactadas incluyen como principal premisa complementar hasta el 85% del salario a los trabajadores afectados y otras tantas compensaciones.

La regulación temporal de empleo por la crisis de los semiconductores se distribuirá con un máximo de 77 jornadas de parada en la factoría montaje y en direcciones centrales, 90 para carrocería, 76 para motores y 78 para Palencia y líneas concatenada, desde el 1 de diciembre hasta el 30 de junio de 2022.

CCOO aseguró que no habrá reestructuración de plantilla indefinida y que la marca se compromete «a recuperar el empleo eventual cuando se vuelva a la normalidad productiva». Además, tras la reunión de ayer con el presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, el sindicato concretó que sigue adelante la puesta en marcha del Plan Industrial con tres nuevos vehículos para la factoría de Palencia, dos para la de Valladolid y la familia del motor HR13 para la otra planta vallisoletana junto a las  dos cajas de cambios híbridas y el plan de economía circular para  Sevilla, además de asegurar el empleo de ingenierías. Por su parte, UGT confió en que la situación de la falta de chips que ha recortado la producción «remonte cuanto antes y regrese la normalidad en todas las factorías y empresas auxiliares».

Trabajadores Unidos (TU) se opone al ERTE al creer que hay otras alternativas, al igual que CGT que dijo que  respuesta de Renault en torno a que «de momento» no se toca a la plantilla indefinida «sólo contribuye a generar más incertidumbre sobre lo que ocurra dentro de siete meses».