Pese a que los contratos fueron menos de los merecidos, en 2021 volvió a brillar en sus actuaciones en España y Francia
Fue un año diferente por inusual al ser el segundo de la pandemia. Pero no solo para los toreros, sino para todos los colectivos en general. Y pese a que fue más reducido que de costumbre, pude palpar de nuevo ese miedo y ese contacto con el público que es lo que más me gusta.
También cruzó el charco para cerrar temporada en Perú y hace poco visitaba Venezuela
Tuve la suerte de torear en América pues te acorta un poquito ese paréntesis que supone el invierno para los toreros. Pero no solo tuve la suerte de torear allí, sino de disfrutar y de vivir el toreo con algunos compañeros desde primera hora de la mañana hasta la noche.
En 2019 volvía a pisar cosos de categoría, dejando ese poso de madurez que le permitía volver por sus fueros
Después de tantos años en la profesión y de tantos miedos sufridos me llegó ese momento en el que te templas y ese temple ha sido el que me está permitiendo disfrutar con lo que hago sin obsesionarme con el triunfo. De verdad que quitarme el peso de las orejas ha sido una buena cosa y me está funcionando.
Aquel año los números fueron importantísimos, después de varias temporadas duras. Se podría hablar de la recuperación de un torero respetado siempre por la afición
Creo que así es, pues después de toda mi larga trayectoria yo mismo noto ese cariño de los aficionados y también de los propios compañeros. Aquella temporada de 2019 fue buena con actuaciones destacadas en Zaragoza, Madrid, Vitigudino, Bilbao o Salmanca.
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