El portavoz socialista en las Cortes, Luis Tudanca, acusó hoy a la Junta de Castilla y León de no tener palabra” al retrasar la aplicación de la jornada de las 35 horas, firmado con los sindicatos, y recordó al presidente Alfonso Fernández Mañueco que afirmó que era “imparable” su aplicación para los más de 80.000 empleados públicos autonómicos.
En declaraciones posteriores a la Junta de Portavoces, que fijó el próximo pleno de las Cortes, Tudanca sentenció que el Ejecutivo “puede echar las culpas al empedrado”, en relación a que justifique que no puede cumplir ahora ese acuerdo con un coste de 120 millones por no contar con los 440 millones de entregas a cuenta, pero subrayó que en mayo conocía el escenario presupuestario.
“El señor Mañueco tiene que cumplir su palabra, dijo que la aplicación de las 35 horas era imparable, lo que es imparable es su caradura”, argumentó el dirigente socialista, convencido de que el retraso en esa medida es un “incumplimiento más en la larga lista del pacto de la rapiña”, en alusión al bipartito de Gobierno PP-Cs.
Tudanca recordó que ambos partidos no han tenido ningún problema para repartir los cargos pero indicó que gobernar supone asumir las competencias, donde censuró que digan que no tienen ingresos y después “perdonen impuestos a los ricos” con la propuesta de suprimir el impuesto de sucesiones y donaciones. “No tienen palabra”, zanjó.
Además, incidió en que cuando firmaron el acuerdo con los sindicatos, el pasado 21 de mayo en un “acto electoral” -las elecciones fueron el día 26-, conocían cuál era el escenario económico y financiero, en referencia a que no se aprobaran los presupuestos estatales en febrero lo que motivó la convocatoria de los comicios generales del 28 de abril.
“Mintieron. Lo primero para regenerar la política es decir la verdad y cumplir la palabra dada”, sentenció Tudanca, que subrayó como no es el último incumplimiento, donde miró a las unidades de radioterapia prometidas en varios hospitales. “Lo comprometieron en tres campañas, ahora dicen los procuradores de Ávila que el plazo no es lo más importante. Sí lo es para los enfermos que sufren la tortura de tener que desplazarse”, afirmó en declaraciones recogidas por Ical.