«Satisfacción» por el arreglo del Puente de Hierro

Carlos H. Sanz
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La concejalía de Obras considera que se ha garantizado la estructura y seguridad de los usuarios y que los defectos existentes son minoritarios, estéticos y apenas se perciben

«Satisfacción» por el arreglo del Puente de Hierro - Foto: Nuria Sastre

Hace poco más de un mes que se dieron por finalizadas las obras de rehabilitación del puente de Abilio Calderón, más conocido como de Hierro, tras dos meses y medio de actuaciones. El resultado para el Ayuntamiento es «satisfactorio», tal y como aseveró ayer el edil de Obras, Facundo Pelayo, que dio cuenta en comisión de esta actuación.

«Ha sido un obra muy compleja, en la que yo personalmente he estado muy encima, y puedo asegurar que se ha llevado a cabo de forma correcta y meticulosa. Estamos muy contentos con el resultado», manifestó ayer el edil a este periódico. Una valoración en la que rechaza también algunas críticas que se han vertido a través de las redes sociales.

Concretamente, sobre la situación en precario de algunas conducciones eléctricas; la existencia de agujeros causados por el óxido o los restos de pintadas. «Son detalles menores y sin importancia, que ni siquiera se ven a simple vista, hay que estar buscándolos casi con mala fe porque no afectan estéticamente al resultado final», sostiene Facundo Pelayo, que también dio explicaciones sobre este asunto a preguntas de Ganemos en la comisión de Obras. 

«Según el informe del ingeniero municipal, nada de lo que se ve en esas fotos afecta a la estructura del puente, que fue el objeto principal de la rehabilitación», insiste el edil de obras, que recuerda que la obra efectuada por Osepsa consistió en la sustitución de las chapas de la zona peatonal -estaban arqueadas y provocaban tropezones de los viandantes- y de las traviesas que las sostenían, así como en la limpiaza -con un sistema de chorro de arena- de toda la estructura para hacer desaparecer el óxido y los restos de la anterior pintura, para acabar con el repintado de todo el puente.

El concejal reconoce que se podían haber rellenado con masilla los agujeros causados por el óxido, pero que se optó por limpiarlos y repintarlos «porque la prioridad de la obra era garantizar la seguridad de los peatones que cruzan un puente centenario en el que no se ha actuado en 25 años».