El triunfo del puño y la rosa

J. Benito Iglesias
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El PSOE logró sacar por primera vez en 1982 en la provincia dos diputados y tres senadores, desapareciendo la UCD del espectro político, cuyo espacio lo ocupó la coalición AP-PDP con un escaño en la Cámara Baja y otro en la Alta

El triunfo del puño y la rosa

La democracia aún era muy joven, tras una dictadura prolongada, y el 28 de octubre de 1982 se produjo por primera vez el triunfo en las elecciones generales de la entonces popularmente conocida como formación política del puño y la rosa, el PSOE, que accedió al poder en una etapa de cambio marcada desde 1977 por la Unión de Centro Democrática y Social (UCD), que casi desapareció del espectro político en favor de los socialistas. La coalición de Alianza Popular (AP) y el Partido Demócrata Popular (PDP) se quedó como segunda fuerza con otra parte importante del pastel en las urnas.

Palencia no fue ajena a la victoria del Partido Socialista Obrero Español, que sacó dos diputados en el Congreso, Juan Ramón Lagunilla y Alberto Acítores. En el Senado obtuvo tres escaños que ocuparon Ángel Benítez Moro, José Maiso yFermín Solana. De aquella etapa parlamentaria siguen vivos Juan Ramón Lagunilla y José Maiso.

En el lado de la coalición AP-PDP, sus parlamentarios, José Enrique Martínez del Río (Congreso) y Juan Carlos Guerra Zunzunegui, ya han fallecido.

El triunfo del puño y la rosaEl triunfo del puño y la rosaDe aquella etapa, el diputado socialista palentino Juan Ramón Lagunilla, hoy con 71 años, tiene excelentes recuerdos. «Parecía que el triunfo del PSOE en 1982 era una cosa rodada pero se fraguó en los últimos meses tras la dimisión del presidente Adolfo Suárez en 1981 y el golpe de estado del coronel Tejero el 23-F. En Palencia nos habíamos tomado aquello con mucha calma y en principio no esperábamos sacar dos diputados y tres senadores como ocurrió el 28 de octubre de 1982. Con el mitin del 7 de octubre en la campaña y el ambiente con el que luego fue nuestro presidente, Felipe González, nos dio un poco de vértigo al percibirse ya una victoria», rememora.

Lagunilla vivió de lleno la eclosión del PSOE en los comicios de 1982, especialmente en la provincia. «Recuerdo que los mítines se llenaban a tope y dábamos dos diarios. En los pueblos donde íbamos los salones estaban hasta arriba y no iban solo seguidores del partido. Acudía gente que no sabíamos si nos iba a votar y aquello acababa en un coloquio donde nos daban mucha cera y preguntaban. Han pasado 40 años y en aquella época se inició una gran efervescencia democrática y se quería participar en política», desgrana.

A la victoria histórica socialista de 1982 se sumó en 1983 la de los comicios autonómicos y, de nuevo, en 1986 el PSOE consiguió imponerse en la provincia, repitiendo la cifra de dos diputados y tres senadores. El por entonces secretario provincial, Miguel Valcuende, de 75 años, también atesora distintas experiencias. «Estuve en el cargo cinco veces pero poco tiempo  en cada ocasión, ya que se cambiaba con frecuencia. La victoria hizo que se afiliara mucha más gente al partido y entonces costó mucho elaborar las listas, dado que gente socialista de siempre era aún reticente a entrar en política. A mí me sustituyó Alberto Acítores, que falleció en un accidente de helicóptero en1988 junto a la entonces directora general de Tráfico y antes gobernadora civil, Rosa Manzano. Fue la primer mujer en el puesto y materializó proyectos muy perseguidos como el Conservatorio de Música, la Escuela de Idiomas o la Biblioteca Pública», señaló.

En la provincia, la victoria socialista de 1982 dejó una profunda huella. «Mucha gente, especialmente en los pueblos, aunque se conocía su ideología, daba la cara y se implicaba en política. De hecho, los mítines que dábamos  tenían un éxito tremendo», concluye.