Los 50 trabajadores del Centro de Tratamientos de Residuos (CTR), que gestiona la empresa concesionaria Acciona, votarán en asamblea si aceptan el preacuerdo en el convenio colectivo alcanzado por el sindicato CCOO Hábitat y la Federación de Servicios Públicos de UGT, tras la mediación del Servicio Regional de Mediación Laboral (Serla) en la reunión mantenida ayer con representantes sindicales y de la empresa.
«Estamos redactando los términos del documento para que quede todo claro. De momento, hasta ver qué decide la plantilla, mantenemos la huelga del 20 de mayo», declaró ayer a DP Óscar Ferrero, secretario de negociación colectiva del sindicato CCOO Hábitat.
Según explicó, la nueva oferta económica de Acciona mejora las expectativas sindicales para poder alcanzar un acuerdo en el convenio pendiente de firmar. «El incremento económico se computa en términos globales. Del 16 de abril de 2021, cuando Acciona se hizo cargo del servicio, y hasta el 31 de diciembre de 2023, la subida salarial total será de un 11 por ciento. Además, se produce una rebaja global en el cómputo horas de trabajo considerable con dos días menos para los años 2022 y 2023», apuntó.
Igualmente, el dirigente sindical desgranó que este año se subirá a cuatro peones este año a la categoría de especialista y a otros cuatro para 2023. «Otro salto importante es el del plus de transporte, que se computa por 272 días al año. Hemos logrado desgranarlo por meses y meterlo en el salario base que acabará siendo más alto, dado que hay ya un plus tóxico penoso y peligroso de un 25%», concretó.
De momento se han llevado a cabo seis reuniones desde hace medio año y dos mediaciones en el Serla para llegar a un preacuerdo en el convenio del CTR.
Si bien es cierto que se partía de posiciones muy lejanas, entre Acciona y los representantes de los trabajadores se fueron acercando posturas hasta llegar a una propuesta por parte de la empresa, que se trasladó a la plantilla en una asamblea celebrada el pasado mes de marzo, con una asistencia de más del 90% y donde, por unanimidad, se rechazaron al considerar insuficiente la oferta económica y la postura contraria vino motiva por tratarse de una plantilla que no ha tenido ninguna mejora salarial desde el año 2019.
Tras esta asamblea, se celebraron dos nuevas reuniones en las que no se consiguió que las posiciones de ambas partes se aproximaran más, si no todo lo contrario, puesto que la empresa empeoró su ofrecimiento económico para tratar de conseguir un acuerdo;.
Esta situación provocó la rotura de la mesa de negociación y que los sindicatos recurrieran al Serla, con una convocatoria de huelga sobre la mesa. Después de una primera reunión en este servicio, celebrada la pasada semana, no hubo modificación alguna en su oferta, por parte de la empresa, pero se siguió adelante con la negociación hasta llegar al preacuerdo alcanzado ayer.