La mujer que cayó a una tumba se fracturó cuatro costillas

Carlos H. Sanz
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La mujer de 75 años que el pasado viernes se precipitó al interior de una sepultura del cementerio de Nuestra Señora de los Ángeles de la capital al romperse bajo sus pies la losa de una tumba se recupera de las heridas que sufrió

La mujer que cayó a una tumba se fracturó cuatro costillas

La mujer de 75 años que el pasado viernes se precipitó al interior de una sepultura del cementerio de Nuestra Señora de los Ángeles de la capital al romperse bajo sus pies la losa de una tumba se recupera de las heridas que sufrió a consecuencia de la caída, la fractura de cuatro costillas y el esternón.

Familiares de la herida explicaron ayer a este periódico cómo se produjo el desgraciado accidente. Todo ocurrió sobre las 17 horas, cuando la accidentada se encontraba adecentando la sepultura de un familiar con flores, como es tradición con motivo de la festividad de Todos los Santos. 

En un momento dado, pidió por favor a unas personas que se encontraban en un enterramiento cercano utilizar una botella de plástico para regar los centros que había colocado. Tras realizar esta tarea, una vez devuelta la botella a sus dueños, regresó a su sitio atravesando una sepultura con la mala suerte de que quebraron las losas que la cubrían.

La mujer herida lamenta la decisión de haber pisado la sepultura en vez de ir por el estrecho camino disponible, pero asegura que parecía claro que el enterramiento estaba vacío, ya que tan solo estaba cubierto por losas sin que hubiese señal alguna de que albergaba los restos de alguna personas, según el relato de su familiar.

El caso es que las losas quebraron y, efectivamente, la mujer cayó al foso de unos tres metros de altura que se encontraba vacío, recibiendo un fuerte impacto en el pecho que fue el que causó la fractura de cuatro costillas y el esternón, heridas por las que continúa ingresada en el hospital Clínico de Valladolid. 

Voluntarios de Cruz Roja y agentes de la Policía Local lograron sacar a la herida de la tumba, y aunque las lesiones son importantes, nada comparado con lo que podía haber ocurrido si se hubiese precipitado al interior del hoyo con otra postura corporal. De hecho, ella misma logró subir la escalera hasta la superficie, donde fue atendida. 

Tras el accidente, el Ayuntamiento ha tapado el enterramiento con cinco losas de granito.