Los pueblos de la provincia se fusionaron ayer en una sola voz contra la violencia machista, que si bien afecta a todos los ámbitos de la sociedad y no entiende ni de edades ni de clases sociales, castiga de manera más tozuda si cabe a las mujeres rurales, donde el miedo al qué dirán sigue aún muy presente en pleno siglo XXI. 

Así, localidades como Aguilar de Campoo, Guardo, Venta de Baños, Villamuriel de Cerrato, Saldaña, Cervera de Pisuerga y Barruelo de Santullán, entre otras muchas a lo largo y ancho de la geografía provincial, se sumaron al Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra la Mujer. Como cada 25-N salieron a la calle al grito de «¡Ni una menos!» y lucieron sus lazos y macarillas morados en solidaridad con las mujeres que han perdido la vida a manos de sus exparejas o compañeros sentimentales.

Concentraciones que fueron menos numerosas que ediciones anteriores por los efectos de la pandemia, a las que se sumaron diferentes iniciativas complementarias. Por ejemplo, en Aguilar el Consistorio repartió mascarillas en los centros educativos y en Villamuriel colocaron grandez lazos morados,  los artistas locales  Nadia Bilbao y Alex Damici embellecieron una caja de luz y se dieron los primeros pasos para la creación del Jardín de la Igualdad, con la plantación de los primeros pensamientos morados. 

En Guardo, si bien la concentración estuvo organizada por la Asociación de Mujeres Maltratadas Brezo, el Ayuntamiento apostó para conmemorar el 25-N por las redes sociales, en las que colgó un vídeo en el que participaron 60 vecinos del municipio. Mismo patrón siguió la Asociacón Tejiendo Cambios por la Igualdad, que opera en la Montaña Palentina.