«La joyería se nutre de ilusión y se basa en la confianza»

Carmen Centeno
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Cuando Víctor Sánchez habla de ilusión, se refiere a las celebraciones que antes iban acompañadas siempre o casi siempre de una joya de mayor o menor valor: pedidas de mano, bodas, bautizos, comuniones, aniversarios y fiestas de Navidad y Reyes

«La joyería se nutre de ilusión y se basa en la confianza»

Nunca se ha arrepentido de entrar en el negocio familiar siendo todavía un muchacho; tampoco de seguir los pasos de su padre o de trabajar toda la vida con sus dos hermanos. Han sido muchos años sin conflictos ni desavenencias, muchas satisfacciones, algún que otro contratiempo e infinidad de horas de pie, detrás de un mostrador, tejiendo redes de confianza y amistad con los proveedores y los clientes. Ha merecido la pena y el balance final es positivo.


Víctor Sánchez Carpintero nació el 29 de julio de 1949 en Palencia y, desde niño, se acercó al mundo de la joyería, que para él era un elemento indivisible de la familia. «La joyería entonces estaba en la calle Mayor -precisamente junto al actual edificio de Promecal que compartimos Diario Palentino y La 8- y mi abuela vivía arriba. El inmueble era nuestro y, en un momento dado, cuando se imponía el arreglo y la modernización, decidimos venderlo y nos fuimos a la calle Don Sancho», rememora. De un enclave céntrico a otro que no lo era menos y donde Joyería Sánchez ha permanecido desde 1978 hasta 2016, en que cerró definitivamente sus puertas.

 

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