«Palencia me dio la oportunidad de llegar donde estoy ahora»

Hugo Cancho
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El técnico palentino Daniel Hernández ha acompañado al San Pablo Burgos en su reciente triunfo de la FIBA Champions League. El equipo se ha proclamado campeón de Europa por segundo año consecutivo y entre medias ha conseguido la Copa Internacional

«Palencia me dio la oportunidad de llegar donde estoy ahora» - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Daniel Hernández Roda, preparador físico de los jugadores del San Pablo Burgos, celebraba el triunfo que han logrado recientemente. Han conseguido el título de campeones de Europa por segundo año consecutivo y la Copa Internacional. Los burgaleses se encuentran en el sexto puesto en la clasificación de la liga ACB (Liga Endesa).

Segundo título de campeones de Europa consecutivo. Se dice pronto...

Ganar una Champions ya fue algo histórico, una satisfacción enorme porque por aquel entonces veníamos del confinamiento y la fase final disputada en Valencia. Esta segunda es un colofón todavía más histórico, si cabe. Hemos trabajado mucho, pero también pasamos unas semanas malas. Logramos la clasificación para la Final Eight y lo hicimos en las mejores condiciones para la final en Novgorod (Rusia).

¿De qué manera ha afectado el Covid-19 a la plantilla y a su entrenamiento?

Nos ha trastocado mucho. Tuvimos la mala suerte de sufrir  las dos cepas, la europea y la británica. Nos movió los planes porque nos vimos obligados a confinarnos en dos ocasiones por varios jugadores que dieron positivo. En mi trabajo también tuve problemas, al fin y al cabo la enfermedad afecta directamente al sistema respiratorio. Esto dificulta los entrenamientos. De los 12 que son en la plantilla 11 han pasado el virus y por tanto han sido muchos protocolos diferentes a seguir con cada jugador. Que volvieran a la pista no significaba que estuvieran recuperados, no se vuelve a la normalidad fácilmente. Tienen un periodo de recuperación de 12 días. Se notan las secuelas.

¿Ha recordado sus inicios en Palencia al ganar esos títulos internacionales?

Por supuesto. Palencia me dio la oportunidad de llegar donde estoy ahora. No me olvido de dónde vengo.  Tengo un gran recuerdo de la etapa en mi ciudad. De hecho tengo algunas de las camisetas en las que aparece la palabra campeones y trofeos guardados. Mantengo muy buena relación con los técnicos con los que trabajaba y de vez en cuando hablo con ellos. Tengo mucho cariño a los años que pasé allí. 

¿Cómo ha trabajado con los jugadores en los distintos  confinamientos?

En el primero les dimos un kit con material a cada uno, que consistía en una bici de spinning, bandas elásticas, sliders, elásticos de diferentes tensiones para poder trabajar y peso libre como discos y barras.  Siempre trabajo de forma individualizada con cada jugador, me fijo en puntos débiles y en las necesidades específicas. En el confinamiento por positivos lo he intentado adaptar a la sintomatología que presentaban. 

En cuanto a la preparación física, ¿cómo plantea el entrenamiento para estar en su mejor momento en los partidos más importantes?

Todas las temporadas hay picos de forma. Intentamos buscar dos o tres momentos para rendir en las mejores condiciones. Esta temporada nos centramos en la Final Eight de Atenas, luego en la Intercontinental y en la Copa del Rey.Posteriormente pusimos el foco en esta Final Eight. Siempre hay puntos en los que el estado físico puede bajar. No significa que se tengan que perder partidos necesariamente. De forma previa a esta cita de Rusia hemos pasado las últimas cuatro semanas trabajando bien.

¿Está conforme con los resultados hasta el momento?

Sí, creo que es algo histórico. Otras ligas europeas son más asequibles, pero en ACB cualquier equipo puede ganar, como hicieron el Fuenlabrada o GBT. En cuanto a la Champions hemos jugado un torneo muy bueno. No ha sido un triunfo con tanta diferencia como en Atenas, donde llegamos en nuestra mejor forma. Aún así lo hemos hecho genial, pero los rivales han sido muy duros y ha costado más, aunque eso hace que la victoria sepa aún mejor. Sufrimos y sacamos adelante situaciones adversas en este último mes.

¿Qué se siente al ser partícipe de estas victorias?

La verdad es que todo este formato burbuja (Valencia, Atenas, Buenos Aires y Rusia) hace que lo vivas de manera muy intensa. No puedes salir del hotel para nada más que entrenar o ir a los partidos. En todo momento estás atendiendo al jugador porque hay muchos tiempos de espera. Estás el cien por cien del tiempo con los compañeros del cuerpo técnico, también preparando los partidos hasta altas horas de la madrugada. Piensas todo el día en el torneo y es muy gratificante cuando va saliendo bien. Se genera un ambiente increíble. Pero a veces se hace duro pasar ocho días encerrado en un hotel. Estar todos juntos nos ha ayudado a vivir una experiencia única.

¿Ha notado mucha diferencia al trabajar en ACB en comparación con LEB Oro?

Son dos categorías profesionales, aunque quizá en la LEB sí que he notado, durante los ocho años que estuve en Palencia, que se hace más hincapié en la mejora integral del jugador. Es más genérico, hay menos posibilidad de individualizar. En la ACB se intenta adecuar el trabajo físico a lo que necesita el entrenador teniendo en cuenta el físico de los jugadores. En ese sentido sí se nota el salto.