Otra forma de vivir

DP
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En junio verá la luz el libro de Raquel Marugán -editado por el sello Arcopress del grupo editorial creado por Manuel Pimentel- que quiere ser un canto de esperanza y optimismo frente al cáncer

Raquel Marugán ve el cáncer como «el mejor maestro que pudo soñar; me enseñó a ser mejor persona». - Foto: Juan Mellado

En junio de 2019 diagnosticaron a Raquel Marugán Gómez un carcinoma epidermoide de orofaringe con metástasis cervical. Tres años después, editado por el sello Arcopress del grupo editorial  Almuzara, creado por el que fuera ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, verá la luz el libro con el cual quiere lanzar un mensaje de esperanza y optimismo y transmitir que «puede haber otra forma de vivir». Una afirmación, a su juicio, perfecta para dar título a la publicación, aunque está por decidir. 

La enfermedad ha sido para ella «un punto de partida» y su deuda «será siempre de agradecimiento por lo afortunada que soy de seguir aquí, aprovechando esta nueva oportunidad que me da la vida». «Puedo caminar, casi hacerme una coleta y muchas cosas más, otras que no, como comer -tienen que ser purés, pescados con mucha salsa-. Quizá hay que aprender a vivir de otra forma, aprender a aceptar, a vivir desde la escasez, y eso lleva su tiempo. Yo, gracias a Dios, he tenido dos años. El cáncer me ha enseñado a vivir», afirma a Diario Palentino.

Raquel Marugán detalla a este rotativo que empezó a escribir una vez supo que tenía que someterse a una cirugía de riesgo. «Cuando vi que la cosa se podía complicar, mi única idea era contar a mis niñas cuál es el sentido de la vida, de qué va esto cuando estás en el abismo, y qué es lo importante», señala, para añadir que su pretensión nunca fue divulgar, «simplemente legar, decir las cosas que me quedaba por contar,  por explicar, por vivir con ellas». 

La intención inicial era no publicar, si bien Raquel Marugán cambió de opinión una vez que un amigo escritor, después de leer lo que le pasó y examinar  si «era algo para casa o hacer público», puso sobre la mesa la perspectiva de que «podría ser de ayuda». «Empecé a ordenar cuadernos, a organizar todo lo escrito hasta marzo de pasado año», relata, y agrega que, tras las  correcciones propias, los textos fueron revisados por un corrector profesional, que trasladó a la autora que se trataba de  «un manuscrito bastante solvente». «La idea, desde el principio, fue llamar a la puerta de Almuzara», reconoce. «Una vez  en  las manos de Manuel Pimentel, la respuesta fue rapidísima y se firmó el contrato. Estoy encantada y feliz, porque cree que puede funcionar muy bien. A día de hoy se trabaja en la contraportada y en breve se empezará a maquetar».

«Ilusionante» y «gratificante» son términos empleados por Raquel Marugán  cuando habla de lo que significa para ella haberse embarcado en este proyecto, y es que «me ha aportado mucho escribir el libro», que es a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer de Palencia. «Caminos unidos, no concibo mi vida sin ayudarles, y no tengo otra misión que ser embajadora de este libro y de la asociación. Me dejaré la piel en ello», asegura.

«He crecido y evolucionado mucho.  No soy la protagonista del libro,  aunque va sobre mí. No estaría aquí sin mi marido, mis hijas, los médicos, tantas sonrisas, tanto cariño, tanta ayuda, las flores, el frigorífico que  me llenabancon lo que podía comer.  Ha sido gracias a muchísimas personas, muchísimos detalles, muchísimos gestos. Me dejaban postales,  estampas de la Virgen Carejas, el padre Ángel y San Rafael, cartas de ánimo,  mensajes, libros, dedicatorias, cariño, y por la calle, cómo me agarraban la mano», concluye.