Bajan 0,4 puntos las declaraciones a favor de la Iglesia

SPC
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Los ingresos en el reparto de la asignación tributaria crecieron en medio punto, hasta los 28,18 millones

Bajan 0,4 puntos las declaraciones a favor de la Iglesia - Foto: Isabel García

El 41,9 por ciento de las declaraciones de la Renta en Castilla y León en 2020 fueron a favor de la Iglesia católica, lo que supone un ligero descenso de 0,4 puntos respecto al dato de 2019 (42,3). Así aparece recogido en la 'Memoria de Actividades de la Iglesia' del año 2020, que presentaron este miércoles en la sede de la Conferencia Episcopal por su portavoz, Luis Argüello, y la directora de la oficina de transparencia de la iglesia española, Esther Martín.

Las autonomías con un mayor porcentaje de declaraciones a favor de la Iglesia fueron La Rioja y Extremadura, con un 43,2 por ciento, en ambos casos; y las que menos, Cataluña, 16,3 por ciento, y Canarias, 25,3 por ciento.

El informe pone de relieve que las once diócesis de Castilla y león tuvieron unos ingresos por asignación tributaria de 28,18 millones de euros, lo que supone un aumento respecto a 2019, del 0,5 por ciento, tras su reparto entre todas las de España, conforme a sus necesidades.

Bajando al detalle, la asignación creció en ocho y bajó en tres. Estas últimas fueron Palencia (2,58 millones de euros), Segovia (2,03 millones) y Valladolid (3,22), con mermas del 4,3, 2,3 y 1,2 por ciento, en comparación al año prepandemia.

En el extremo opuesto, se elevaron más en León (3,2 millones de euros), un 3,5 por ciento, seguida por Ávila (1,99 millones), un 2,1 por ciento; Osma-Soria (1,79) y Zamora (1,82), un dos por ciento, en ambos casos; Burgos (4,74), un 1,7 por ciento; Astorga (3,12 millones), un uno por ciento; Salamanca (2,59), un 0,8 por ciento; y Ciudad Rodrigo (1,05), un 0,2 por ciento.

Déficit

Durante la rueda de prensa de hoy se puso de relieve que casi la mitad de las diócesis españolas, 34, presentaron déficit en 2020, un año marcado por la pandemia de la COVID-19 y en el que la Iglesia también se vio afectada por sus consecuencias: las aportaciones bajaron un siete por ciento respecto a 2019 mientras aumentaron los gastos por la pandemia y se redujeron los ingresos.

Según las cuentas consolidadas de las diócesis españolas, el 49 por ciento de las 70 diócesis tuvo déficit en 2020, y 7,6 millones de déficit. La memoria de 2019, antes de la pandemia, recogió que el 65 por ciento de las diócesis tuvo superávit (y un superávit global de 22 millones) y que el 35 por ciento restante saldó con cuentas deficitarias. La comparativa de ambos balances muestra que sólo en retribución del clero y del personal seglar la Iglesia tuvo que dedicar 22 millones de euros más a sueldos en 2020 que en 2019.

Sin embargo, la labor asistencial de la Iglesia se intensificó durante la pandemia, con 680 nuevas acciones motivadas por la covid-19 más de las que habituales y que fueron asistenciales, sanitarias, educativas y pastorales o de acompañamiento.

"2020 ha venido muy marcado por la pandemia. No podemos olvidar los meses que estuvimos encerrados y la multitud de personas que, con motivo de la pandemia, se han acercado a la Iglesia buscando ayuda, consuelo, esperanza y la oportunidad de salir adelante incluso a veces en situaciones dramáticas", remarcó Argüello.

"No habíamos salido de la pandemia y estamos en una nueva crisis, con unas dimensiones que no sabemos muy bien dónde nos va a llevar", añadió el obispo portavoz, poniendo el ejemplo de que "montones de pueblos" se enfrentan "todos los meses" a pagar la factura de la luz de su templo parroquial, cada vez más encarecida. "La Iglesia vive como la ciudadanía", aseguró.

Al tiempo, avanzó que, debido a esta nueva situación, "ya se nota en 2022 gente que viene a pedir ayuda por la crisis económica en la que estamos", y puso en valor la aportación "intangible" de la institución, que ofrece "razones para vivir y motivos para esperar a las personas razones y esos motivos", ayuda "difícil de contabilizar en números".

La pandemia, el consiguiente cierre de los templos o los protocolos sanitarios de distanciamiento social y reducción de aforos también conllevó un descenso en los sacramentos. Aunque Argüello reconoció que "no quiere decir que sea el único motivo" en referencia a la progresiva secularización de la sociedad, la covid irrumpió en plena "temporada alta" de celebraciones populares, comuniones y bodas, también, matizó para las civiles.

Sacramentos

En total, se celebraron 100.222 bautizos, 161.950 primeras comuniones, 79.447 confirmaciones, 12.679 matrimonios y 29.627 unciones de enfermos. En 2019, hubo 175.844 bautizos, 204.618 primeras comuniones, 124.258 confirmaciones, 36.650 matrimonios y 25.122 unciones de enfermos, datos en los que puede verse también la influencia de la pandemia.

Sin embargo, Martín apuntó que aunque se redujo la actividad pública, "la actividad celebrativa no presencial tuvo un crecimiento exponencial". En este punto recordó que "13 millones de personas distintas, desde el 15 de marzo al 21 de junio (en pleno Estado de alarma) vieron y conectaron para seguir algún tipo de celebración en 13TV".

En este año "insólito y difícil", como calificó Martín, la Iglesia vio mermada su principal fuente de financiación para las diócesis, el cestillo de las misas. "Se redujo de sopetón", indicó, pues "fue un año especial para gastar y responder a la urgencia social y sanitaria que se estaba dando". "La iglesia no puede dejar de hacer y de ser lo que es, a pesar de que no tenga recursos para ello", zanjó. En este contexto puso en valor que ha aumentado el uso de otros canales de recogida de fondos como donativos por Bizum o la plataforma 'donoamiiglesia.es'.

Cuatro millones de personas

Al margen de la situación generada por la pandemia y de los proyectos desarrollados con este motivo, continuó la labor social y asistencial que realizan las diócesis, las parroquias y otras instituciones eclesiales para atender a los más desprotegidos. En 2020 un total de 4.030.871 personas fueron acompañadas y atendidas en alguno de los 9.222 centros de la Iglesia.

Asimismo, Martín subrayó que la labor de la institución aportó a la sociedad un valor estimado en 589 millones "que duplica lo recibido por la asignación tributaria".

Los sacerdotes, religiosos y seglares dedicaron en 2020 más de 41 millones de horas a la actividad pastoral de la Iglesia: acompañamiento, catequesis, formación o celebraciones, y la actividad educativa que desarrolla la Iglesia, en 2.419 centros concertados supuso un ahorro al Estado de 3.895 millones de euros y dio servicio a más de un millón y medio de alumnos.

Además, la memoria refleja que la Iglesia dedicó en 2020 más de 52 millones de euros a 471 proyectos de construcción, conservación y rehabilitación del patrimonio. En los últimos 8 años ha empleado 511 millones de euros en el cuidado y conservación del patrimonio.

El aumento de las declaraciones a favor de la Iglesia durante 2020 permitió que el importe recaudado para la acción de la Iglesia fuera el segundo mayor desde el inicio de la Asignación Tributaria en 2007 (297,68 millones de euros). Aunque desciende menso del dos por ciento respecto al año anterior supone "un gran reconocimiento a todas las actividades de la Iglesia", remarcó Martín.