Marisol González, la magistrada del juzgado de violencia de género de Palencia, víctima también de maltrato machista, puso ayer voz a todas las mujeres que han padecido y padecen esta lacra para advertir que pese a que durante el confinamiento se ha registrado un menor número de denuncias e incluso de homicidios y lesiones, «lo cierto es que la situación no ha mejorado para nada».

A ellas les prometió que será «la voz de las víctimas, tanto de las que han podido como de las que no han podido hablar, bien por miedo, situación social o porque su vida se les ha arrebatado». «Pondré todo el esfuerzo en mi profesión para poder atender a esta gran lacra social que se está agudizando cada vez más», se comprometió.

La jueza del juzgado de instrucción número 6 fue la encargada de leer el manifiesto elaborado en el seno del Consejo Municipal de la Mujer condenando la violencia machista, un acto que, por motivo de la situación sanitaria actual, fue transmitido a través de las redes sociales del Ayuntamiento, que sí celebró un minuto de silencio frente a la casa consistorial.

Las llamadas al 016 se cuadruplicaron en el confinamientoMarisol González llamó la atención sobre el hecho de que «durante la cuarentena se ha incrementado hasta un 37% el número de las llamadas al 016, al mismo tiempo que se ha producido una reducción de las denuncias».

«Las llamadas se han cuadriplicado con respecto a 2019 y se puede observar una clara relación entre la incidencia del confinamiento y las consultas que se han realizado en esta materia», especificó. En este sentido, incidió en que «el confinamiento favorece los riesgos, aún más en caso de la violencia de género, ya que obliga a la víctima a convivir con el maltratador y, por tanto, la sumisión suele ser mayor».

Durante su intervención, la magistrada recordó que antes de la pandemia se calculaba que una de cada tres mujeres sufría a lo largo de toda su vida un episodio de esta naturaleza. «Pero los estudios demuestran que los agresores aprovechan esta limitación de movilidad para incrementar la violencia contra las mujeres, puesto que el objetivo principal es siempre el control», añadió.

Las llamadas al 016 se cuadruplicaron en el confinamientoEn este sentido, explicó que si se ha producido un caída de las denuncias y de los episodios violentos más graves, es porque «al estar la mujer limitada en sus movimientos se produce aún más un cambio en la percepción del agresor, ya que no pierde el control sobre ella y eso hace que disminuya la letalidad».

«Asimismo, dificulta que las mujeres puedan denunciar, algo que ocurre ahora también por la limitación horaria, y esto supone un férreo control por parte del agresor», sentenció, para acabar recordando que «esta situación se agudiza en las poblaciones que son más pequeñas, porque están sometidas a un escarnio público, y las mujeres se ven obligadas a tener que soportar esta situación con una especial dureza».

Otros factores como que la situación económica derivada de la pandemia ha suscitado una mayor precariedad en la situación laboral, aún más en las mujeres, lo que facilita la dependencia de sus maltratadores y propicia el aumento de los factores de riesgo, son también claves para entender las cifras actuales, según la magistrada.

Durante su intervención, Marisol González apeló a «la prevención» y a trabajar con los niños, «que son los eternos olvidados a pesar de ser víctimas directas o indirectas», para terminar lanzando un mensaje optimista.

«Esta sociedad, en su mayor parte, está implicada en el cambio y es necesario que se utilicen todos los medios posibles para poner freno a la violencia machista. Como magistrada y víctima quiero lanzar un mensaje de esperanza a todas las víctimas palentinas; quiero decirles que se puede salir y que yo las escucharé, atenderé y protegeré en todo aquello que esté de mi mano», finalizó.

Plataforma. No fue el único comunicado que se leyó ayer en la capital. La Plataforma por los Derechos de las Mujeres salió a la calle para homenajear a las víctimas del terrorismo machista y para recordar a las que aún siguen vivas que «nunca es demasiado tarde».

Un sencillo pero emotivo acto en el parque del Salón sirvió para escenificar el rechazo a una lacra social «inmotivada, desproporcionada, excesiva, extendida y con intención de aleccionar». 

En el manifiesto que leyó la plataforma, se hizo hincapié en que «las mujeres no pueden ser las olvidadas en los planes de reestructuración de la pandemia» y se exigió un «enfoque de género».

Asimismo, se criticó con dureza el hecho de que la pasada manifestación del 8 de marzo «se manipuló y se magnificó buscando una rentabilidad política», culpabilizando a la mujer cuando juegan un importante papel en la nueva normalidad.

«Entre la población sanitaria, el 51% del personal médico son mujeres, el 84% de enfermería son mujeres, el 91% de auxiliares de enfermería son mujeres, el 72% de la farmacia son mujeres, el 82% en psicología son mujeres, el 91% del personal de limpieza y el 85% de personal de residencias de personas mayores son mujeres, que es donde se ha producido el mayor número de fallecimientos», recordaron. 

Finalmente, reclamaron «seguir reivindicando medidas que atiendan con prontitud y sin descanso las profundas heridas que la violencia machista deja», y solicitaron al Gobierno «la modificación de la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género para que se incluyan las de fuera del ámbito de la pareja o expareja, como los vientres de alquiler y la prostitución».