Una velada musical

Jesús Hoyos
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La artista y divulgadora barcelonesa Raquel Cruces da el sábado 30 en el Universonoro un taller sobre el ancestral pandero cuadrado de Peñaparda y un concierto didáctico con canciones de raíz ibérica

Cruces lleva casi 21 años estudiando y 14 dedicándose a la música, compaginando la docencia con la interpretación. Su último trabajo, ‘Dame Confites’, es un «cancionero didáctico». - Foto: DP

Su pasión por la música -de la que vive y por la que vive- no sería la misma sin uno de esos profesores que dejan huella. «Fue fundamental que nos transmitiera ese amor», comenta a Diario Palentino la artista y divulgadora Raquel Cruces, que da el sábado 30 en el bar Universonoro un taller sobre el ancestral pandero cuadrado de Peñaparda y un concierto didáctico de música raíz ibérica.

Una velada cultural en la que la barcelonesa imprimirá sus conocimientos e investigaciones sobre instrumentos, cantares y fonotecas de todo el país. Desde las 17 horas, «en el taller haremos un primer contacto con el pandero para quien esté empezando, conociendo su historia, por qué se toca con la porra y a qué tipo de danzas y cantos suele acompañar». Es ahora mismo una de sus especialidades, por lo que también impartirá una charla en profundidad en la que hablará de códigos de lenguaje más específicos. 

Cruces lleva casi 21 años estudiando y 14 dedicándose a la música, compaginando la docencia con la interpretación. Dirige su propia escuela de percusión de ritmos afrodescendentes Taquirikita y los grupos estables de Revetlleres (Barcelona) y Campaneras (Valencia). En su investigación ha tenido tiempo para reflexionar sobre «cantares de antes que las mujeres del medio rural de la Península Ibérica nos han dejado de herencia». «En muchos casos se trata de descartes, eso es lo que los hace especiales. Lo que recogemos es solo una parte de lo que se cantaba; el resto no nos ha llegado porque han desaparecido, no se pusieron de moda o no eran tan graciosos», explica.

«Los de ahora son más accesibles porque son como guijarros que llevan rodando años y años y eran fáciles de cantar o memorizar», añade. En este sentido, comenta que hay varios puntos de vista en lo que se refiere a la conservación de esta música tradicional, que ella prefiere llamar «de transmisión oral». El suyo es que no hay que reproducir tal cual esas músicas «porque parece inconexo que sigamos cantando letras que no concuerdan con nuestra manera de hacer». «Lo fundamental es continuar con su transmisión y dar valor y acercar a nuestros días el conocimiento que nos llega de nuestros abuelos, interrumpido por una dictadura», subraya. Asegura que muchos, a raíz del tiempo libre que proporcionó la pandemia, quisieron y quieren aprender de sus raíces. Precisamente durante el confinamiento surgió su último proyecto, el libro-cd Dame Confites, «un cancionero didáctico» con explicaciones de cada canción, sus tradiciones y anécdotas, que también presentará en la velada del día 30. El trabajo se vincula también con su labor de investigación, revisión y puesta en valor de materiales de fonoteca. 

Cruces considera que el impulso y la conservación de estos archivos sonoros es «muy limitado y muchos ni están digitalizados, un peligro ya que pueden deteriorarse y perderse». Pide una mayor colaboración de las instituciones y alaba propuestas privadas como la Fonoteca de Joaquín Díaz. «Es una herencia impresionante que tenemos todos», señala.

La artista, que grababa «una barbaridad» de casetes cantando de pequeña y sigue una «saga de mujeres cantoras» -su abuela, su madre y su hermana-, comparte sus conocimientos por capitales españolas y del continente europeo (Hamburgo, Dublín, Torino, Lisboa, Toulouse...) en una gira que sigue activa desde 2017.