El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cifró ayer en 16 las agresiones sufridas el pasado año por los funcionarios de la cárcel de Dueñas, de las que quince fueron leves y una grave, cifra que consideró «baja» para una población reclusa con 750 internos. Al respecto, destacó que al Ministerio del Interior le «ocupa y le preocupa»  cualquier tipo de agresión a los funcionarios, recalcando  en esta línea que ninguna «quedará impune». Las declaraciones se produjeron dentro de las actividades organizadas por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, en el marco de la semana de la administración abierta 2023, donde aprovechó para felicitar al centro penitenciario de La Moraleja por su 25 aniversario

También recalcó que desde Instituciones Penitenciarias se estudia y se evalúa la situación de incidentes carcelarios, a la vez que indicó que todos los funcionarios víctimas de una agresión cuentan con la defensa jurídico oportuna de reclamación. A su vez, Grande-Marlaska indicó que el Gobierno está tramitando en el Congreso de los Diputados un cambio legislativo para que los funcionarios tenga la consideración de agentes de la autoridad, y consideró que en los últimos años, «al contrario que con los gobiernos del PP», se ha avanzado mucho en la protección a los trabajadores de prisiones. A la llegada del ministro, medio centenar de integrantes pertenecientes a Jusapol y funcionarios de prisiones de Tu Abandono me puede matar (Tampm) le recibieron con pitos y pancartas para reclamaban la equiparación salarial con las policías autonómicas.

transparencia administrativa. Grande-Marlaska apuntó, además, que es preciso «trabajar para promover la transparencia y el acceso a la información, facilitar la participación de la ciudadanía en el diseño e implementación de las políticas públicas, y favorecer también de esta forma la generación de espacios de colaboración».

Marlaska ve bajas las agresiones en una cárcel con 750 presos - Foto: Brgimo ICALIgualmente, señaló que la semana abierta de la administración inaugurada ayer persigue poner en valor un principio esencial público, «como es servir al conjunto de la ciudadanía, de la mano de la participación y la coordinación con la sociedad civil, gracias a los valores de la transparencia y políticas públicas». Así, el ministro destacó la importancia de realizar actividades como las que Instituciones Penitenciarias llevará a cabo esta semana en Palencia, donde los ciudadanos van a poder comprobar la «profunda transformación que se ha vivido en el ámbito penitenciario».

Al respecto, recordó que se trata de un proceso que ha permitido evolucionar desde las antiguas cárceles de «castigo», centradas en la «retención y custodia», hacia los modernos centros penitenciarios, donde el objetivo último es «permitir la recuperación personal y social de las personas condenadas», subrayó. Grande-Marlaska reconoció por ello el trabajo desarrollado por los funcionarios de prisiones, así como el compromiso de las diferentes asociaciones y organizaciones no gubernamentales que participan en los programas de tratamiento penitenciario con el objetivo último de conseguir reintegrar en la sociedad a las personas privadas de libertad.

El ministro del Interior estuvo acompañado en su visita a capital por el secretario de Estado de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz; el subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Domingo Miguel; los alcaldes de Palencia y Dueñas, Mario Simón y Miguel Ángel Blanco Pastor, respectivamente, además de por el director general de Ejecución Penal y Reinserción Social, Miguel Ángel Cuenca, y el director del Centro Penitenciario La Moraleja-Dueñas, Francisco Javier Díez.  

Además de los actos que comenzaron en la capital en el centro cultura Lecrác, el Ministerio del Interior tiene previsto desarrollar durante estos días una veintena de actividades más en otras ciudades españolas con el objetivo de acercar a los ciudadanos el trabajo de los servidores públicos. 

Semana de la Administración Abierta 

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dio ayer en el Centro Cultural Lecrác el pistoletazo de salida las actividades organizadas esta semana por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en el marco de la semana de la administración abierta 2023. La inauguración se llevó a cabo bajo el título La administración penitenciaria del siglo XXI: modernización e impulso tratamental. Hoy, a las 17 horas, se continuará en el Lecràc con una visita guiada a la exposición Visión general y actualizada del tratamientoi en el medio penitenciario. A las 18 horas tendrá lugar una conferencia de Lourdes Gil, coordinadora de Tratamiento de la Dirección General de Ejecución Penal y Reinserción Social y a las 18 horas se llevará cabo la mesa redonda La formación y el trabajo como principal herramienta de inserción.

También hoy en la Subdelegación del Gobierno habrá una visita de estudiantes de Enseñanza Secundaria y los empleados públicos les informarán sobre los servicios que se prestan y cómo acceder a ellos sin necesidad de su presencia física. Igualmente, la Administración Central saldrá a la calle con el autobús informativo del Ingreso Mínimo Vital y permanecerá aparcado en la Plaza Pío XII de 9 a 14 y de 15 a 18 horas, prolongándose su estancia mañana.

El jueves estudiantes de Educación Social visitarán la cárcel de La Moraleja, en la que habrá una mesa resdonda sobre Iniciativa Sociale y Voluntariado en Institucionebs Penitenciarias. Para el viernes está prevista una jornada de puertas abiertas, de 9,30 a 13,30 horas,para los vecinos de Dueñas y la mesa redonda El centro penitenciario en el municipio. Pasado y presente. las puertas abiertas continuarán el sábado para familares de los trabajadores, de 11 a 13 horas.

Las actividades incluyen el traslado de los empleados públicos de la Administración General del Estado (AGE) hasta Villaluenga de la Vega y Herrera de Pisuerga. El primero de los municipios acogerá la campaña informativa el jueves  y el segundo el viernes 24, con el fin de acercar la Administración al territorio y reforzar de esta forma la cohesión social y territorial.

«De 100 funcionarios en Palencia se ha pasado en la cárcel de Dueñas a 500 con un trabajo muy mejorado» 

Toda una vida en Instituciones Penitenciarias confieren a Javier Díez Colado, director de la cárcel de La Moraleja de Dueñas, una dilatada experiencia que comenzó con apenas 20 años a pie de celda. En Palencia estuvo desde 1991, cuando llegó a la antigua prisión de la avenida de Valladolid, para incorporarse el 3 de noviembre de 1997 al centro eldanense, inaugurado por el entonces ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, con una inversión de 51 millones de euros y que cumple este año su 25 aniversario. El funcionario, de 63 años, -que llegó a Dueñas como su subdirector y desde 2010 es su máximo responsable- se jubilará en mayo con numerosas vivencias acumuladas intramuros tras 44 años de carrera  profesional.

«Entré muy jovencito en esta profesión», rememora con cierta nostalgia, al tiempo que recuerda su primer periplo profesional en tierras palentinas. «Estuve seis años en la prisión de la capital, que era ya muy antigua, radial y nada que ver con el tipo modular con el cuenta La Moraleja en Dueñas. En Palencia el recinto era muy pequeñito, no contaba con comedor para los internos y era muy complicado hacer vida diaria y actividades en una infraestructura obsoleta», concreta.

Sobre la cárcel eldanense que ahora cumple 25 años, señala que vino muy bien que se construyera con unas obras complejas dilatadas en el tiempo para inaugurarse en 1997. «En este nuevo centro penitenciario estamos encantados y hay posibilidades de todo tipo. Existe mucha facilidad para clasificar a los internos al existir varios departamentos diferentes. En Palencia éramos 100 funcionarios y ahora 500 con unas condiciones de trabajo mucho mejores. Lo mismo para los internos, al contar con celdas individuales en módulo, en los que pueden desarrollar su día a día sin depender del resto del centro. Hay igualmente actividades comunes en las que participan internos de varios módulos», explica.

El centro penitenciario de La Moraleja ha ido incorporando actividades y una mayor relación con el mundo exterior. «Tenemos muchos programas, no solo con el tratamiento de los internos, que es parte de nuestro trabajo, sino las relacionadas con la cultura y actos recreativas a lo largo de todo el año. En la festividad de La Merced se incrementan y hay ONGs y asociaciones que nos apoyan. También colaboramos con la Muestra de Cine y los internos votan al mejor corto en una sección del certamen», arguye.

Javier Díez resalta que la plantilla de la cárcel está actualmente equilibrada para las necesidades de vigilancia y seguridad. «Hace 13 años, cuando me hice cargo del centro, había 1.800 internos y ahora son 750. Existen incluso departamento cerrados al haber descendido mucho la población reclusa. Somos 500 funcionarios y ahora contamos 84 funcionarios en prácticas entre un año y año y medio que nos vienen muy bien antes de irse luego a sus destinos. Es positivo porque cubren los períodos donde nuestro personal tiene que disfrutar de sus vacaciones. Hay un pequeño déficit en los médicos del centro, pero es un problema endémico porque faltan en la comunidad autónoma y otros puntos del país», añade.

prisión de máxima seguridad. La cárcel de Dueñas es uno de los centros tipo de máxima seguridad del país y esto conlleva que el  preso que llega cree dificultades en deterrminadas ocasiones. «Internos complicados de todo el Estado van rotando por las prisiones de este tipo y su perfil genera lógicamente más incidentes que en Valladolid, Ávila o Segovia, que son cárceles distintas sin presos conflictivos. El hándicap a mayores es que estos internos son de culturas, formas de  vida distintas y sin arraigo en España. Hay 50 nacionalidades y la convivencia no es fácil. Para lo que podría pasar, pasa muy poco ya que, si fuera de la cárcel se dan incidentes, dentro y con circunstancias personales y sociales complejas es más habitual. Se producen algunas agresiones a funcionarios y se trata de que de forma voluntaria se asista a cursos de formación continua en habilidades o defensa personal, entre otros. De todas formas, en conflicto cero es imposible », concluye.