El grupo textil gallego Inditex, propiedad del empresario Amancio Ortega, ha comunicado el cierre de su tienda Oysho en la capital para el próximo 31 de julio, fecha en la que cesarán su actividad 6 trabajadoras fijas y una de apoyo. El cierre se añade al de los establecimientos  de moda Bershka y Zara, e Inditex  solo mantendrá Stradivarius y Lefties abiertas dentro de su política de clausura de tiendas físicas y el refuerzo de la venta on line.

«Recursos Humanos vino a comunicarnos la clausura del comercio y es duro para nosotras. Las ventas presenciales, tras repuntar un poco después del confinamiento, volvieron a caer después del verano. Como se pasó mucho tiempo en casa, buena parte de la clientela acabó por realizar muchas compras on line», lamenta Natalia Sierra, encargada de la tienda de Oysho en la capital.

La empleada explicó que en 15 días la dirección les ofrecerá posibles plazas vacantes para ser recolocadas en tiendas del grupo. «Puede ser en cualquier lugar de España y, en caso contrario, seremos indemnizadas. No contábamos con el cierre tan pronto y aún estamos asimilando la noticia», dice.

 Junto al de Oysho en la capital, el nuevo proceso de cierres en España afecta a 56 establecimientos de Inditex  este año y en 2022 en Castilla y León, comenzando por los que están ubicados en Soria, Segovia y Ponferrada.

Al cierre de Oysho se suma el de Zara el pasado 23 de enero, donde trabajaban 21 personas, y el de Punt Roma -ambas en la calle Mayor- que bajó sus persianas el 26 de febrero con la pérdida de cuatro empleos. También cerró su tienda la cadena portuguesa Worten en el parque comercial Arambol el 18 de febrero, a punto de cumplir diez años de servicio, cesando su actividad una plantilla de diez personas.

Además, la cadena de moda H&M negocia un ERE que podría reducir cuatro de sus 17 empleos. Hoy, de 12 a 13 horas, hay una concentración de protesta y una convocatoria de huelga de 24 horas los días 20 y 21 si la empresa no cede en los cierres y despidos previstos.