"A nuestro juicio, la cifra de profesores debería aumentar"

César Ceinos
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Este paredeño, presidente provincial del sindicato ANPE, sustituye como máximo responsable de la Junta de Personal Docente a Almudena Cortés, de la que destaca su «talante negociador y conciliador». «Es un reto estar a su altura», asegura

Javier Pajares - Foto: Óscar Navarro

El presidente de la Junta de Personal Docente no universitario de Palencia es, desde mediados de febrero, Javier Pajares Pescador (Paredes de Nava, 1979). Ingeniero en Industrias Agroalimentarias y máster en Educación de NuevasTecnologías para el Aprendizaje Digital, tiene su plaza de profesor de Tecnología en el instituto de educación secundaria Recesvinto de Venta de Baños y es el principal dirigente provincial de la Asociación Nacional de Profesionales de laEnseñanza (ANPE).

¿Por qué decidió encabezar la candidatura del sindicato ANPE en las pasadas elecciones a la Junta de Personal Docente no universitario de la provincia?

Por continuidad y responsabilidad. Los que formamos parte de ANPE Palencia somos como una gran familia de docentes de educación pública en la que todos nos ayudamos y en la que entendíamos que, para seguir creciendo, teníamos que dar un paso al frente para acompañar al resto del profesorado para conseguir sus objetivos y solucionar sus problemáticas. 

La lista que lideraba fue la más votada en diciembre y usted resultó elegido presidente en la primera reunión de la nueva Junta de Personal, que se celebró el pasado mes. ¿Qué funciones tiene?

La Junta es una herramienta que tienen los docentes de los centros públicos de la provincia para canalizar y elevar sus propuestas, sus necesidades y sus reivindicaciones a la administración. Somos el interlocutor entre el profesorado y las instituciones. Además, apoya a los centros y a los docentes y cuida la enseñanza pública, así como su calidad.

Aparte de su central sindical, ¿qué otras voces están representadas?

ANPE obtuvo una mayoría bastante significativa al lograr el 38% de los votos en unos comicios en los que participaron seis sindicatos más. La Junta está formada por 25 miembros y diez representantes son de ANPE. CSIF tiene cinco; UGT y STES, tres cada uno y CCOO y Aspes, dos, respectivamente. Es un órgano que trasciende a todos los sindicatos.

Sustituye a Almudena Cortés, también de ANPE. ¿Qué balance hace de sus ocho años al mando?

Muy positivo. Ha generado mucha unión sindical por su talante negociador y conciliador. Es muy buena persona, muy buena profesional y generaba el buen ambiente y clima que ha habido tanto entre centrales sindicales para buscar objetivos comunes como con la Dirección Provincial de Educación. Es una persona muy respetada, muy valorada y muy querida por todos. Es un reto y una responsabilidad estar a su altura y poder seguir el camino de unir voluntades en un objetivo común.

¿En qué situación se encuentra el sector de la educación pública en la actualidad?

Nos encontramos en un momento complicado porque estamos inmersos en un cambio muy profundo en muchos apartados. Se está implantando la Lomloe con mucha premura, pero a la vez estamos inmersos en un proceso de estabilización de interinos tanto por concurso como por oposición y con los desarrollos de las competencias digitales y de la nueva ley de la Formación Profesional, así como la integración de sus profesores en Secundaria.

Además, están los concursos de traslados, se han convocado oposiciones de Secundaria y está el tema de la carrera profesional. Son demasiadas cosas a la vez y la gente está a la expectativa de lo que pase en el futuro. 

¿Y en el caso concreto de Palencia?

Venimos de unos años de la pandemia de coronavirus en los que se reforzó la plantilla. Este curso se eliminó esta ampliación y la cifra (en torno a unos 2.000 docentes) permanece estable respecto a años anteriores cuando, a nuestro juicio, debería aumentar. Abogamos por más profesores y por una mayor estabilidad. Hablamos de un porcentaje que oscila entre el 25% y el 30% de interinos en Secundaria y otros cuerpos y algo menos en maestros (aproximadamente un 20%). El problema de la interinidad es que cada contrato lo tienen en un lugar y es muy difícil que en centros del norte de la provincia haya un profesorado estable porque tienen alta tasa de interinidad y es complicado crear planes a medio plazo al haber cambios cada año.

¿Qué retos se ha planteado para los próximos años?

Por un lado, de manera genérica por parte de toda la Junta, destaco tres puntos: la defensa y protección del profesorado palentino, que es muy competente y profesional; la reivindicación de la figura del docente y seguir mejorando sus condiciones sociolaborales para que, entre todos, busquemos la mayor  calidad educativa.

Por otro lado, no quiero olvidarme de que seguimos manejando ratios de alumnos por profesor en un modelo educativo y una sociedad totalmente diferentes a los que había hace unos años. Estamos hablando de cifras de la Logse, que es de la década de los noventa del siglo pasado. Entendemos que son elevadas para el tipo de educación que se nos pide en la actualidad, que tiende hacia una individualización de la enseñanza. Intentar ayudar personalmente al alumno aparece en la Lomloe y lo piden los organismos mundiales. Está demostrado que bajando ratios aumenta la calidad de la enseñanza, mejora la atención individualizada, desciende el fracaso escolar y mejora la atención a la diversidad, es decir, a los alumnos con necesidades educativas especiales.

Esos problemas de ratios, ¿dónde se dan en la provincia?

Palencia es muy dispar. En la capital y los núcleos de población grandes es donde puede darse este problema. En cambio, en el ámbito rural no. Pero cada uno tiene sus problemas. Un profesor en un pequeño pueblo llega a atender a diferentes niveles sabiendo que dar clases a edades distintas es muy complicado.

Recientemente, la Junta de Castilla y León habló de que los funcionarios públicos trabajarán 35 horas. ¿Qué postura tiene ante este anuncio?

Es una de las cuestiones que se perdieron en 2012 con el Decreto de Racionalización del Gasto Público, que era un decreto de recortes. Empezó con el sueldo y continuó con la subida de horas laborales. Lo recuperamos, si se cumple, 10 años después, cuando hablaron en su día de que era algo coyuntural. Esto tiene que repercutir en la bajada de ratio de profesores por alumno y disminuir las horas lectivas de los profesores, que es uno de los temas que arrastramos desde entonces, para que tengan más tiempo para preparar las clases, atender de manera más personalizada y formarse, que es un punto muy importante.

Cuestiones como la educación bilingüe y la educación gratuita en los últimos niveles del primer ciclo de Educación Infantil son acciones que nadie (o prácticamente nadie) duda de que son positivas para la enseñanza. ¿Pero se están introduciendo adecuadamente en el sistema?

Respecto al primer caso, tenemos una postura crítica, no por el bilingüismo sino por su aplicación. El primer problema fue la falta de planificación a la hora de ponerla en marcha. Además, faltaron recursos económicos y no se llevó a cabo de manera progresiva. Se quiso pasar a ser centros bilingües de la noche a la mañana. 

En relación con la segunda cuestión, nos sorprendió a todos que se hiciera de manera tan rápida. Es lo que pasa con la administración, que muchas de nuestras reivindicaciones de años no son tenidas en cuenta y otras, que también están bien, se introducen de la noche a la mañana, sin planificación. Pilló a muchos centros buscando zonas para las aulas de alumnos de dos a tres años y el material llegó tarde. Es una medida positiva, insisto, pero se está introduciendo a trompicones, con un poco de precipitación. 

Es un tema que se tenía que tratar con los centros. Se ha implantado y luego han visto lo que tenían que hacer, cuando realmente tenía que haber sido al revés. Es lo que pasó un poco con el bilingüismo. Había un gran déficit de profesores bilingües.

¿Considera que las aulas gratuitas para niños de 2 a 3 años (y desde el próximo curso, de 1 a 2 años) deberían estar en todos los centros públicos de la provincia?

Por lo menos en todos los que se pueda. Abogamos por la educación pública. Pero ha sido una cosa tan precipitada que nosotros no hemos tenido ni voz ni voto.

Hace unas semanas los padres de los alumnos del colegio Padre Claret de la capital reclamaban que los alumnos de 2 a 3 años pasaran directamente a tres años sin necesidad de someterse a la baremación habitual

Personalmente, entiendo que los que están ya matriculados deberían de tener una ventaja, aunque no sé si legalmente es posible.

A nivel nacional, el 47% de los alumnos va a clases particulares. ¿Ese porcentaje demuestra un problema de la educación de nuestro país?

Saca a la luz el problema de la falta de individualización de la enseñanza. Se requiere una mayor atención personalizada para ver las carencias de cada escolar. Con datos como este se demuestra que tiene que haber una mayor cifra de profesores por alumnos. 

¿Cómo descendería el porcentaje?

Con mayor profesorado y mejor formado para que este pueda ayudar al alumno de manera más personalizada. Es la línea que marca la Lomloe, pero sin recursos económicos no es posible. No podemos atender a la diversidad o trabajar en grupos o proyectos si tenemos menos tiempo para preparar las clases y más horas que dar. Por eso está todo relacionado.

El tema de la educación es bastante espinoso. Hay personas que aseguran que era mejor antes que en la actualidad. No sé si es un mantra que algunos repiten de manera injusta

No se puede comparar. La sociedad ha cambiado totalmente. Era diferente ante contextos muy diferentes. Anteriormente, había un profesor que exponía y unos alumnos que atendían. Ahora vivimos en la sociedad de la información.El papel del profesor es más de mediador del aprendizaje y tenemos un alumnado más activo y participativo. 

¿Cómo ha afectado a la educación tanto cambio educativo?

Muchísimo. Si queremos ser un país con futuro tenemos que apostar por nuestro sistema educativo y generar un pacto nacional que cuente con la opinión de la comunidad educativa, especialmente de los profesores; que se aleje de ideologías y que permita una ley educativa que perdure en el tiempo a pesar de quien gobierne. En otros estados las normas se plantean a largo plazo y duran mucho más y aquí nos han sido impuestas con cada cambio de gobierno, lo que genera mal clima y problemáticas que no deberían de existir. Además, en muchos casos ha faltado inversión.

¿Por qué cree que es tan difícil llegar a acuerdos políticos en esta materia?

Como sociedad le tenemos que exigir a los políticos que aspectos como la educación, la justicia o la sanidad sean intocables y que estén por encima de partidos y de ideologías. Muchas de las leyes participan de las cuestiones comunes, pero el problema es que van a la anécdota o quieren meter la ideología, que es lo que provoca el rechazo. Estoy seguro de que la mayoría aceptaría el 90% de la Lomloe, pero hay detalles como que promocione el alumno aunque haya suspendido muchas asignaturas que asustan. Es un tema complicado.

Esos detalles a los que ha hecho referencia, como la promoción de estudiantes con materias suspensas, ¿son cuestiones tan graves como se ha destacado?

Es una cuestión que da el titular, pero es anecdótico porque el propio profesorado trata de revertirlo. Contamos con el mejor profesorado que existe y tiene criterio. La ley permite que pasen de curso, pero dependería del claustro de profesores. Ahora hay una evaluación numérica de contenidos, pero con la Lomloe se busca una formación más orientada a las competencias, que es lo que genera la duda. 

¿Hacia dónde va la educación en la actualidad?

La sociedad se está transformando hacia la digitalización y hacia ese mismo punto va la educación o, al menos, debe ir. La educación lleva tiempo adaptándose. Necesitamos que el alumno adquiera competencias digitales y para eso se necesita tener al profesorado mejor formado y centros con las máximas garantías. Durante la pandemia hubo un aumento exponencial de esta formación para los docentes, porque lo marcó la sociedad del momento y hacia eso tendemos en la actualidad. Es necesario formar a los profesores para que estos enseñen a los alumnos porque se confunde la competencia digital con manejar aplicaciones, que no es lo mismo. El problema es que se les da la tecnología, pero no se les ha enseñado a usarla adecuadamente y de manera razonable y segura, y se ve en que están generando algunos problemas de acoso y de adicciones.

Con esos cambios, ¿el papel de la memoria se está perdiendo?

Con el cambio de sociedad hemos pasado a un sistema en el que la memoria ya no es una cualidad imprescindible. Ahora tenemos toda la información al alcance de la mano. Tenemos que saber trabajar con ella eficazmente.

Se está cambiando por un aprendizaje significativo, que relaciona lo que se está aprendiendo con algo real. Ahora, la información ya la tenemos y hay infinidad de recursos. En ciertas ocasiones ya no es necesario retener toda la información porque sabemos dónde encontrarla y tenemos que eñsenar a cómo trabajar con ella eficazmente. Aún así, sigue siendo un aspecto fundamental de la educación, aunque no tan protagónica como en el pasado.

¿En Palencia se apoya la educación pública?

Sí, nos sentimos respaldados y gran parte de las familias apuestan por ella. Lo vemos en que hay centros públicos que año tras año figuran entre los más demandados. Actualmente, además, estamos inmersos en una campaña de promoción de la matriculación en la enseñanza pública.

¿Y la administración?

No tanto como debería. Intenta mantenerse de perfil cuando tendría que dar un apoyo inequívoco a la enseñanza pública. Su respaldo debería ser más claro, sobre todo en los recursos económicos y humanos, ya que debe invertirse para fomentar los criterios educativos sobre los económicos.

¿Los padres de los alumnos ayudan a los profesores?

Colaboran y ayudan en la mejora del sistema. Creo que el profesorado está recuperando en la actualidad esa figura de respeto que tenía en el pasado. En Palencia no hay graves problemas. En ANPE Castillla y León tenemos la figura del defensor del profesor, que actuó en 72 ocasiones el año pasado y solo tres fueron en la provincia. En general, estas cuestiones surgen con alguien en concreto. Hay muy buena relación con los padres.Trabajamos en la misma dirección.

¿Había más respeto antes?

Sí. Se imponía. Era una cuestión que estaba inmersa en la sociedad, al igual que el respeto a otras figuras públicas, que solo por serlo ya lo tenían garantizado. Ahora ese respeto hay que ganárselo con la actuación.

¿Se apoya la escuela rural?

Sí, aunque sabemos que es difícil porque la cifra de alumnos es baja. Aquí es donde la administración hace un esfuerzo económico. Bien es cierto que nunca es suficiente porque queremos más. Lo bueno de la escuela pública es que ofrece una enseñanza de calidad en toda la provincia, independientemente del lugar de residencia. No deja a nadie atrás.