El incremento del servicio de menús de la Ayuda a Domicilio (SAD), gestionada por el Ayuntamiento a través de la empresa concesionaria Clece, ha sido del 52% durante la pandemia por el Covid-19, llegando hasta los 3.690 durante el pasado mes de mayo, según indicó ayer la concejala de Bienestar Social, Raquel Martín.
La Ayuda a Domicilio, «sin lugar a dudas el buque insignia de la Concejalía tanto por el número de personas atendidas, que se sitúa en 500, como por la repercusión tan positiva que tiene en la autonomía de estos y sus familias», apuntó Martín, se ha visto reforzado desde la entrada en vigor del estado de alarma, «especialmente en el número de horas de ciertos beneficiarios».
«Además, ha supuesto una vía de escape para ciertas situaciones sobrevenidas a causa de la enfermedad,«prestando el servicio de forma temporal a personas que estaban al cuidado de familiares que han caído enfermas y se han visto en la obligación de aislarse, no pudiendo cumplir con ese cometido», reveló.
La concejala de Bienestar Social quiso hacer un llamamiento al casi centenar de usuarios que se encuentran en situación de suspensión temporal para que «se animen a retomar el servicio una vez comprobado que no hay ningún problema para su realización», puesto que, de pasar el plazo marcado por las condiciones del contrato, «pueden ser dados de baja de forma definitiva».
Teleasistencia. La Teleasistencia, gestionada por Cruz Roja, es el complemento perfecto al SAD «para lograr que nuestras personas mayores y dependientes puedan mantenerse el mayor tiempo posible en sus domicilios», aseveró Martín, quien recordó que en estos momentos los terminales distribuidos ascienden a un total de 660 y que, además de vigilar la actividad de estos dispositivos, desde la organización son proactivos y, para ello, realizan comprobaciones y seguimientos de forma telefónica, «las cuales han rozado las 400 durante la pandemia», apostilló.
Urgencia social. Otro de los servicios que, integrados dentro de Bienestar Social, ha visto aumentada su actividad en las últimas fechas es el de las Prestaciones de Urgencia Social, también conocidas como ayudas de extrema necesidad. Dentro de este apartado, «que se ha visto ampliado a nivel presupuestario a través de las modificaciones promovidas por el equipo de Gobierno durante la crisis», según aseveró la munícipe, ya se han concedido 73 ayudas valoradas en algo más de 14.000 euros, y que se han destinado para afrontar los gastos derivados de la compra de alimentos frescos (30), el abono de alquileres de viviendas (18), y el pago de suministros básicos (25).
Violencia de Género. Finalmente, otro de los ámbitos a los que más esfuerzo se ha dedicado desde el área de Bienestar Social es al de la prevención de la violencia de género, «manteniendo el contacto directo con un total de 57 mujeres para hacerles un seguimiento o tramitarles cualquier tipo de ayuda», apuntó Martín, además de apoyo psicológico, acreditaciones de este tipo de situaciones, ingreso en la Casa de Acogida o coordinaciones con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado u otras instituciones.