Textos de todo tipo

César Ceinos
-

La periodista Natalia Calle, peñiega «de corazón y sentimiento», escribe de actualidad y también relatos. En ambas vertientes ha sido reconocida por su buena labor

Natalia Calle, junto a sus dos 'mineros' - Foto: DP

A Natalia Calle, capitalina de nacimiento y peñiega de corazón y sentimiento, siempre le ha gustado escribir.  Actualmente lo hace por partida doble: profesionalmente y durante su tiempo libre. Hace textos de todo tipo. Es periodista y cuentista, según detalla el diccionario de la Real Academia Española. La segunda acepción de esta palabra con mala fama, «persona que suele narrar o escribir cuentos», define perfectamente una de sus grandes pasiones. Además, en este caso, se le da bien. Una buena prueba de ello es el premio provincial que ganó  en el Concurso Internacional de Cuentos de Guardo de 2022. Se hizo con la estatuilla del minero gracias al relato corto Pecados Capitales, que además fue finalista en la categoría principal, en la que se inscribieron 257 textos. «Tenía un relato que me había quedado bastante decente y me decidí a enviarlo a las dos convocatorias, la general y la local», explica feliz la galardonada.

Se trata del segundo trofeo que consiguió en el conocido certamen guardense. Hace un año se estrenó en el palmarés palentino con A dos metros. Pero antes ya había sido galardonada en el noroeste de la provincia. Debutó en este mundillo en 2003 ganando el primer premio del quinto certamen La Mujer del Ayuntamiento de Guardo. Además, en el concurso literario Torreón de SanRomán de su Santibáñez de la Peña logró en dos ocasiones el accésit local.

Calle, que estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad del País Vasco, entró en la literatura animada por el escritor Javier González Vega, que leía los artículos que firmaba en Diario Palentino, su primer destino laboral, allá por el 2001. De corresponsal en Guardo y comarca anduvo hasta 2005. Fue una etapa de la que guarda gratos recuerdos, entre ellos otro premio, en este caso periodístico: el Mariano del Mazo por un reportaje del yacimiento arqueológico de La Loma.

Después de abandonar estas páginas, pasó unos meses por el Consistorio de Velilla del Río Carrión y a continuación se trasladó a Valladolid para trabajar en Servicios de Prensa Comunes (SPC) del Grupo Promecal, donde se dedicaba a la redacción de noticias de Castilla y León. Desde 2011, en varios períodos, es periodista autónoma y trabaja con varias agencias y empresas.

Logró un reconocimiento en Tomelloso por un artículo en el que hablaba de vinos especiales de Castilla-La Mancha y que fue publicado en El Economista, uno de los medios con los que colabora habitualmente. Ocurrió en 2021, lo que hizo que el año pasado lograra un doblete.

En su faceta literaria suele escribir «sobre lo que nos rodea», mientras que en la periodística, descubre a emprendedores y a trabajadores del campo, que la están demostrando «que tienen mucho arrojo y mucha valentía, y que en el campo español hay futuro».