Victoria por la mínima (0-1) del Becerril en su visita al estadio de la Ponferradina B, en un partido en el que no faltó la polémica. Tres puntos importantes de los morados y más con el triunfo del Santa Marta, rival directo por las salvación.

El choque era trascendental para el Becerril. Una victoria les podía brindar la oportunidad de respirar después de tan mala racha, habiendo cosechado cuatro derrotas consecutivas en sus últimos duelos. En frente, un filial de la Ponferradina B que quería apretar la zona privilegiada de la tabla en su estadio ante un rival, a priori, inferior.

Los de Francis Olea, quien llevaba varias semanas pidiendo contundencia en las áreas, saltaron al campo conscientes de lo que había en juego y no titubearon en ningún momento. Tanto es así que tardaron menos de veinte minutos en adelantarse en el marcador. Sierra logró anotar con ayuda de Baño en el que era un premio al orden táctico que estaba mostrando el equipo, a quien le vino muy bien ese tanto.

A partir de entonces, se vio  reaccionar a una Ponferradina B que no había entrado bien en el encuentro, pero los visitantes supieron aguantar bien las embestidas rivales con un sistema defensivo que se había echado en falta en las jornadas anteriores.

En estos minutos el banquillo local protestó una acción dentro del área que el colegiado no había interpretado como pena máxima, lo cual crispó a los de Rubén Vega, que ya habían pedido un penalti anteriormente y no estaban satisfechos con la permisividad con la que el colegiado estaba arbitrando el encuentro. 

En la reanudación del juego, los bercianos estuvieron más incisivos a la hora de buscar la portería defendida por Sevi, algo que se venía anunciando en los últimos instantes del primer tiempo, donde el Becerril cerraba filas cerca de su área.

A consecuencia de ello, el entrenador visitante inauguró sus ventanas de cambios con dos sustituciones para apuntalar bien ese bloque.

El tiempo se consumía rápidamente para los locales que no encontraban el camino al gol, todo lo contrario de lo que pensaba la afición del Becerril, que veían como el cronómetro no avanzaba y seguían defendiendo con uñas y dientes un resultado que les valdría su peso en oro.

La resistencia del conjunto morado fue clave para que el marcador final  se movería desde el ecuador de la primera mitad, cuando Sierra anotaría el único gol del encuentro. Tres puntos de oro en Compostilla.