Hoy arranca en el Congreso de los Diputados la sexta moción de censura contra un Gobierno de la Nación en cuarenta y cinco años de democracia. Una doble sesión impulsada por Vox en la que todos conocen de antemano cuál será el resultado de una especie de 'deja vu' de la fracasada hace dos años. Pero no solo de la majestuosidad ubicada en la Carrera de San Jerónimo vive la política, y mucho menos las mociones de censura, algo de lo que los municipios de Castilla y León han dado buena cuenta durante esta legislatura. Hasta 29 ayuntamientos de la Comunidad han cambiado de regidor abrazando este instrumento parlamentario desde mayo de 2019, dejando un reguero de historias, anécdotas y algún que otro insulto durante las sesiones plenarias en las que el bastón de mando pasó de manos. Una cifra que supone triplicar la diez que se produjeron entre 2015 y 2019, y que dejan a las claras que ni la pandemia, ni la inflación o la guerra de Ucrania han frenado estas iniciativas en Castilla y León.

Y las ha habido de todos los colores. Desde los habituales pactos entre partidos para desbancar al actual regidor, hasta cambios impulsados contra compañeros del propio partido, fallecimientos que han modificado la composición del consistorio, o pérdidas de confianza con el socio de gobierno. Algunas incluso se han dado en municipios con menos habitantes que cualquiera comunidad de vecinos de alguna capital de provincia, como son los casos de Villageriz (Zamora), Puebla de Pedraza (Segovia) o Villardefrades (Valladolid); todos ellos con menos de 70 censados.

El pistoletazo de salida lo dio Carrascal de Barregas (Salamanca), donde, cuatro meses después de las elecciones de mayo de 2019, una alianza entre PP y PSOE desalojó a Ciudadanos del consistorio. La última entró casi sobre la bocina de los comicios municipales que se celebrarán el 28 de mayo. Fue en el municipio segoviano de Puebla de Pedraza, donde el PCAS-TC arrebató hace quince días la alcaldía al PP después de que uno de los concejales populares apoyará al candidato castellanista.

El PP es el gran beneficiado

Entre medias, otras 27 mociones de censura han salido adelante con un claro vencedor, el Partido Popular, y un claro derrotado, el PSOE. Los populares han logrado 15 alcaldías durante esta legislatura por medio de mociones de censura en solitario, o apoyadas por otros partidos, frente a las nueve que ha perdido. Número radicalmente opuestos a los que presentan los socialistas, que han visto como se les escapaban de las manos trece ayuntamientos y frente a los nuevos cuatro amarrados. Cs ganó cuatro y perdió dos bastones de mando, mientras que otras formaciones localistas arrojaron un resultado de seis sumadas por cinco perdidas.

La particularidad de la política local ha dejado mociones de censura rocambolescas como la ocurrida en Huerta de Arriba (Burgos). Un municipio que comenzó la legislatura con cuatro concejales del PP y uno del PCAS-TC, pero el fallecimiento de dos ediles populares abrió el paso a dos nuevos concejales del PCAS-TC, siguientes en la lista, dibujando una realidad política totalmente opuesta y asegurando el éxito de la moción. En otra, como la de Cespedosa de Tormes (Salamanca), una guerra interna dentro del PP municipal provocó una 'automoción' para echar a su compañero de la alcaldía. Y tampoco es difícil encontrar pactos impensables en la 'gran' política como los forjados entre PP y PSOE en hasta cuatro ayuntamientos para sacar adelante la moción de censura.

Dos años del fracaso del PSOE

 Una 'fiebre' por las mociones que llegó a lo más alto de la política regional con la presentación y votación de la primera moción de censura de la historia de las Cortes de Castilla y León. Precisamente mañana, 22 de marzo, se cumplen dos años desde que Luis Tudanca y el PSOE solo sumaran un apoyo durante una bronca sesión en el Parlamento regional. No obstante, el fracaso de la intentona socialista –que llegó en paquete junto a la presentada en Murcia– dejó herido de muerte al anterior Ejecutivo autonómico, que, tras la pérdida de una procuradora de Ciudadanos con su paso al Grupo Mixto, quedó en minoría en el Parlamento y aceleró la descomposición del pacto PP-Cs. Algo que provocó otro hecho inédito en Castilla y León: el primer adelanto electoral de la historia democrática.