Continuidad y esfuerzo. Términos que utilizó el director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Prieto, que clausuró ayer el IV Congreso Internacional del Canal de Castilla, quien también señaló que hay «muy buenos ejemplos» de lo que se ha hecho en la infraestructura, pero «sí requiere ahora que, sobre  todo, pongamos más excelencia».   En este sentido expresó su confianza en que este congreso sirva como un antes y un después. «Ojalá podamos decir dentro de unos años que se superó uno de los primeros escalones para tener un Canal que nos satisfaga a todos los ciudadanos», afirmó, e incidió en que ese va a ser el empeño de la Junta.

 El director científico del congreso, el catedrático de Geografía de la Universidad de Valladolid, Eugenio Baraja, fue el encargado de trasladar al auditorio las conclusiones, que Prieto espera sean asumidas como «un compromiso de todos». 

Baraja más que de conclusiones habló de «apuntes tomados de manera orgánica» al hilo de lo que se ha debatido. Así, se refirió al Canal de Castilla como un bien patrimonial «complejo» cuyos valores materiales e inmateriales «requieren  para su preservación una visión integrada, totalizadora y comprensiva». «La idea de Paisaje Cultural por sus planteamientos holísticos y sistemáticos se ofrece como una herramienta válida para su ordenación y gestión», añadió.

Otro de los planteamientos tiene  que ver con marcos como la Unesco, que «deben considerarse  como referentes en el proceso de patrimonialización institucional» del Canal de Castilla. Para activar este como recurso medioambiental, social y paisajístico «se precisa una planificación integral con el concurso de todas las instituciones y agentes sociales». 

La presentación de una candidatura a los itinerarios culturales del Consejo de Europa, en la categoría de canales y vías fluviales de navegación, se plantea como posibilidad «factible», lo que significa que «se abre una vía de oportunidad, pero también un trabajo notable de cara a consolidar socios europeos», señaló Baraja.

También se recoge en el capítulo de conclusiones la necesidad de una planificación  y gestión integrada del bien, que trascienda e incorpore la idea del territorio; un esfuerzo de inversión orientada a frenar el deterioro y poner en valor los recursos;  el papel clave de la población local, fomentando su implicación; el emprendimiento privado y una administración facilitadora; pasar a la acción; un órgano de gobierno independiente y un órgano de gestión unificado. 

Por último, en cuanto al Plan Estratégico, se considera un paso «sustancial», afirmó Eugenio Baraja, que destacó cuestiones como la educación  patrimonial y la gobernanza.