La trufa negra protagonizó muchas de las conversaciones de ayer en Baltanás. La capital histórica del Cerrato acogió durante toda la mañana dominical la tercera edición de la feria dedicada a este hongo y recibió a visitantes atraídos por su magnífico olor y a otros interesados en las posibilidades económicas de la explotación de este producto, que se podía adquirir en algunos puestos de la carpa colocada en la plaza de España a 1.200 euros el kilo.
Pero no fue una jornada únicamente dedicada a la venta. También hubo comerciantes que vendían todo tipo de productos trufados, como quesos, chocolates o aceites, y expositores que mostraban artículos para cultivar trufas y que informaban de todo el proceso necesario para introducirse en este sector que tiene gran fama enSoria y que, poco a poco, está dándose a conocer en otras partes de Castilla y León, como Burgos -territorio con fuerte presencia en la feria baltanasiega- y la propia Palencia. De hecho, de la provincia vecina llegó, por citar un ejemplo,Rubén Heras, de la Asociación de Truficultura de Burgos, quien destacó la importancia de dar a conocer las trufas de toda la comunidad. Además, comentó que se respiraba un gran ambiente por la carpa.
Una opinión similar tenía Marta de Pablo, de Trufbox. «La feria tuvo bastante alfuencia. Gente que todavía no conoce la trufa se ha decantado por artículos trufados para introducirse en este mundo y las ventas fueron buenas.Además, hizo buen tiempo y eso ayuda mucho», comentó la vendedora en una jornada en la que también hubo espacio en la plaza para que los niños pudieran hacer sus dibujos sentados a una mesa y conocieran, de manera muy didáctica, los diferentes tipos de hongos.
Beatriz de la Parra, de ECM Ingenería Ambiental, también habló de cifras altas de público. «La feria ha sido un exito. Han venido visitantes de lo más variopinto porque este año se han introducido iniciativas nuevas para los niños», añadió. Además, se organizaron otras actividades alternativas para todos los públicos. A Diego Acero, uno de los visitantes, le gustaron el paseo por la villa y las nociones de trufas que recibió, y que antes desconocía. «Extraordinaria la feria. He hecho la ruta y la gente ha sido encantadora», sentenció. También le gustó el pincho trufado que se repartió en la plaza durante la mañana.