Cada agente de la UFAM protege a una media de 62 víctimas

ALBERTO ABASCAL
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En la actualidad no hay ninguna damnificada en la capital que esté catalogada con riesgo extremo, aunque una sufre un nivel alto, 32 están en uno medio, 80se encuentran catalogadas como bajo y en otros 41 casos no es apreciable

Vicente Moro Hernández, jefe de la Brigada de la UFAM en Palencia, y Alberto Jiménez Arenas, inspector jefe y jefe de la Brigada de la Policía Judicial. El objetivo es incorporar la perspectiva de género a la actuación policial. - Foto: ÓSCAR NAVARRO

La violencia de género es la expresión más infame de la desigualdad entre mujeres y hombres que aún persiste en la sociedad, también en España, donde desde que hay estadísticas oficiales, se registra cada año una media de 60 asesinatos y decenas de miles de mujeres maltratadas, junto a sus hijos, víctimas silenciosas de la barbarie que quedarán marcados de por vida. Por eso, cada vez se oye más por parte de los agentes sociales que es necesario aumentar el número de policías nacionales asignados -también en el ámbito de la Guardia Civil- a la protección de las víctimas, especialmente el número de los destinados en la UFAM (Unidades de Familia y Mujer), así como procurar que estos profesionales tengan más formación en esta materia. 

 Las Unidades de Familia y Mujer nacieron en 2003 como un servicio policial integral, que presta atención especializada y personalizada a las víctimas de violencia de género, doméstica y sexual. Fue a finales de 2003 cuando como SAF (Servicio de Atención a la Familia) comenzó a prestar servicio, con especial dedicación de hombres y mujeres formados y especializados para ayudar a las víctimas de violencia de género, agresiones sexuales, etc. En este sentido, tampoco se debe olvidar el trabajo que realiza el equipo Emume (Mujer-Menor) de la Guardia Civil, nacido en 1995. Son unidades cuya misión también es la investigación de los delitos cometidos contra menores y mujeres, prestándoles una atención especializada durante la intervención policial, de forma inmediata, adaptada al tipo de delito y a sus circunstancias, siempre dentro del medio rural. 

Palencia, por lo demás, no es ajena a esta problemática social. De hecho, los últimos datos publicados por el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género dependiente del Consejo General del Poder Judicial reflejan que la lacra de la violencia machista, lejos de erradicarse, sigue en aumento, teniendo en cuenta que aún restan por conocerse los datos del último trimestre del año pasado.

Vicente Moro Hernández, jefe de la Brigada de la UFAM en Palencia, y Alberto Jiménez Arenas, inspector jefe y jefe de la Brigada de la Policía Judicial. El objetivo es incorporar la perspectiva de género a la actuación policial.Vicente Moro Hernández, jefe de la Brigada de la UFAM en Palencia, y Alberto Jiménez Arenas, inspector jefe y jefe de la Brigada de la Policía Judicial. El objetivo es incorporar la perspectiva de género a la actuación policial. - Foto: ÓSCAR NAVARROEn cuanto a los datos proporcionados por el Observatorio, aquí aparece el asesinato a manos de su pareja sentimental de la palentina Raquel Carrión, de 32 años, cuyo cadáver fue encontrado el 26 de septiembre en su domicilio de la avenida de los Reyes Católicos número 3 de la capital. Fue el caso más grave ocurrido en la provincia en los últimos años.

Entretanto, las denuncias presentadas entre enero y septiembre del pasado año sumaron 273. Este número viene a ratificar que en Palencia se sigue manteniendo la tendencia de una denuncia diaria de media. De forma más pormenorizada, en los primeros nueve meses de 2022 fueron un total de 233 mujeres de nacionalidad española las que interpusieron denuncia bien a nivel policial o en los Juzgados de guardia en el conjunto de la provincia, incluida la capital, mientras que  las 40 restantes eran extranjeras. Solo la Comisaría de la Policía Nacional recogió, ya con datos del año al completo, un total de 87 (tres menos que en 2021).

ÓRDENES DE PROTECCIÓN. Pero si las denuncias por violencia machista son altas cuantitativamente hablando, todavía preocupa más el dato de las órdenes de protección pedidas en este período de tiempo. Durante los nueve primeros meses del año 2022 se solicitaron ante los Juzgados 89 órdenes de protección. De ellas, fueron acordadas 77 mientras que 12 fueron denegadas, según la información aportada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Hay que recordar, por otro lado, que la tasa de denuncias de la violencia de género en toda España es de 20,5 por cada 10.000 mujeres, mientras que la de esta provincia es de11 por cada 10.000.

Con estos mimbres, la UFAM de la Comisaría de la Policía Nacional de Palencia tiene que hacer frente a esta delincuencia con un jefe de grupo, un subinspector, un oficial jefe de equipo y nueve agentes de campo (más los asignados por catálogo), de los cuales dos están dedicados exclusivamente a la protección de las víctimas.  En esta función está apoyada por la Brigada de la Policía Judicial y especialmente por la Brigada de la Seguridad Ciudadana, donde los Grupos de Atención al Ciudadano prestan una especial atención a los domicilios de las víctimas y otros lugares que habitualmente frecuentan para garantizar su protección.

«La Unidad tiene que trabajar en perfecta coordinación porque no solo está el apartado de la investigación sino también el de la protección de las víctimas. Palencia mantiene la media nacional en este apartado con un agente por cada 62 víctimas que precisan protección», asegura a Diario Palentino el inspector y jefe de la Brigada, Vicente Moro Hernández. Reconoce que actualmente 146 víctimas, todas ellas mujeres, están siendo protegidas en la capital a través del programa VioGén, el sistema de seguimiento integral de los casos de violencia de género, creado en 2007 por la Secretaria de Estado de Seguridad. «El Programa VioGén lo que hace es darnos un riesgo o posibilidad de que la víctima vuelva a ser agredida», mantiene Moro Hernández, que añade que la protección «es un trabajo básico dentro de la brigada, especialmente cuando se produce un quebrantamiento de las medidas judiciales adoptadas porque la víctima entra en una fase de vulnerabilidad importante. A partir de aquí nuestro trabajo consiste en recabar la mayor información posible dentro de su entorno familiar y de amistades para evitar un mal mayor».

El trabajo de campo de los agentes consiste especialmente en recabar información periódica para valorar el nivel de riesgo al que se enfrenta la víctima: Cada 90 días si dicho riesgo está catalogado como no apreciable, 60 días si es bajo, 30 días si es medio, siete días si el riesgo es alto y 24 horas de vigilancia constante si es extremo. «Ahora mismo no hay ninguna víctima en la capital que esté catalogada con riesgo extremo, aunque una sufre un riesgo alto, 32 están riesgo medio, 80 se encuentran catalogadas en riesgo bajo y 41 en no apreciable», apunta el responsable de la UFAM, quien subraya que Palencia presenta números dentro de la media nacional o incluso por debajo en este aspecto, y quiere resaltar que su departamento también tiene «el fenomenal apoyo que nos brinda la Policía Local, que se encarga de aportar la seguridad y protección de 21 víctimas catalogadas con riesgo bajo o no apreciable». 

Abundando en los datos estadísticos, de las 146 víctimas de la capital que se encuentran inmersas en el programa VioGén, 15 de ellas llevan incorporada una pulsera telemática de seguimiento. Se trata de una herramienta de control para una pena ya impuesta y que se instala tras la solicitud por orden judicial. Estos aparatos se usan en exclusiva actualmente en casos de violencia de género, es decir, los que se producen en contexto de pareja o expareja. El seguimiento se lleva a cabo a través del Sistema Cometa, que permite verificar el cumplimiento de las medidas y penas de prohibición de aproximación a la víctima impuestas en los procedimientos que se sigan por violencia de género. 

Por otro lado, 30 de estas víctimas han sufrido las acometidas de más de un agresor, mientras que 39 agresores han atacado a más de una víctima.

No obstante, además de los casos incluidos en el sistema VioGén, que ya cuentan con una valoración policial y que tienen una predeterminada actuación, están los denominados casos activos, aquellos que son objeto también de un seguimiento policial. Aquí, el nivel de riesgo de cada caso, según el momento y las circunstancias que lo rodeen, va evolucionando con el transcurso del tiempo. En este aspecto hay que destacar que en Palencia hay seis casos de menores de 18 años que necesitan actualmente seguimiento policial.

El responsable de la UFAM, Vicente Moro Hernández, también incide en el hecho de que las cifras que se manejan, «en ocasiones no reflejan en su conjunto la realidad de la violencia de género porque aquí entran en juego muchos factores, especialmente el miedo de la víctima», y pone como ejemplo el hecho de que el pasado mes de diciembre el teléfono 016 (servicio de atención a todas las formas de violencia contra las mujeres) recibió desde la capital un total de 26 llamadas, pero en la Comisaría de la Policía Nacional solo se interpusieron nueve denuncias.  

Para intentar atajar esa violencia oculta, la Secretaría de Estado de Seguridad dictó la instrucción denominada Protocolo CERO, que puesta en práctica por los agentes consigue informar a los juzgados de los casos en los que las víctimas no quieren o no pueden denunciar. 

ALBERTO JIMÉNEZ ARENAS, Inspector jefe, jefe de la Brigada de la Policía Judicial

«No hay un perfil tipo del agresor por violencia de género»

Alberto Jiménez Arenas es el responsable de la Brigada de la Policía Judicial en la Comisaría de Palencia y reconoce que en materia de violencia de género no existe un perfil determinado en cuanto a los agresores. «No es fácil determinar un perfil de posible agresor. Además, es una problemática que afecta a todas las capas sociales por igual. En cualquier caso, son personas muy controladoras con ciertas adicciones. Suelen ser embaucadores y muy manipuladores», apunta a DP.

«Cuando se produce un caso de violencia de género se han dado factores que no se pueden  detectar desde una perspectiva preventiva y buscar una solución a esta tipología delictiva es muy complicado. Tiene que haber un trabajo muy específico en coordinación con los distintos organismos sociales como los CEAS o la Subdelegación del Gobierno y, por nuestra parte, hacer una labor diaria y constante», reitera Jiménez Arenas.

El máximo responsable de la Policía Judicial también expone que desde la Comisaría se sigue a rajatabla la guía de actuación policial ante situaciones de violencia de género que se encuentra dentro del Plan Estratégico 2022-2025. Igualmente hace hincapié en el estricto cumplimiento de la instrucción de la Secretaría de Estado de Seguridad que desarrolla la obligación de comunicación a las víctimas  de los antecedentes del agresor en casos de «agresores persistentes» y  en las que se adoptan otras medidas de protección y de seguridad en casos de violencia de género.

El objetivo general es incorporar la perspectiva de género a la actuación policial, garantizando así los derechos de la víctima de violencia de género y contribuir a que esta reciba un trato adecuado y especializado por parte de la Policía Nacional. Si bien la guía está centrada en los delitos del ámbito de violencia de género, se hace especial referencia a que la actuación policial con perspectiva de género es aplicable al conjunto de las actuaciones.

Los objetivos específicos de la guía pasan por informar a los agentes sobre los recursos policiales disponibles en Policía Nacional para la atención de víctimas de delitos con discapacidad, como el servicio de intérprete en lengua de signos en todas las comisarías o el acceso al teléfono de emergencias 091 a través del sistema SVisual mediante una App o los bucles magnéticos disponibles en las comisarías para usuarios con prótesis auditivas. También se informa de los recursos policiales para víctimas con discapacidad intelectual o problemas de comunicación, a través de las actas de información de derechos a las víctimas en formato de lectura fácil, la guía policial con pictogramas y la figura del facilitador en Policía Nacional acompañando a la víctima en el recorrido policial y judicial.