Tras dejar atrás el primer año de la pandemia de covid, incluido un confinamiento de la población durante varias semanas, desde el punto de vista delictivo los datos indican que la provincia ha vuelto a los registrosdel prepandemia o incluso los ha superado en algunos apartados, a tenor del balance anual aportado por el Ministerio del Interior a través de su Portal Estadístico de Criminalidad.
El informe anual subraya dos datos fundamentales: el incremento de los robos con violencia e intimidación y también los robos en domicilios, locales y establecimientos, con algunas acepciones curiosas.
En cuando a los robos con violencia e intimidación, la provincia registró durante el pasado año un total de 44 casos (31 en 2020), lo que supone un aumento del 41,9%. De los 44 hechos registrados por el Ministerio, 36 de ellos se focalizaron en la capital, cuando un año antes había contabilizado 25. Por otro lado, Diario Palentino informó en su edición de ayer que en los dos últimos meses los amigos de lo ajeno habían protagonizado, al menos, diez robos en viviendas unifamiliares ubicadas en Villamuriel, Grijota, Magaz de Pisuerga y Magaz de Pisuerga (en esta última localidad hasta totalizar siete de los 10 casos).
Según los datos aportados por el Ministerio del Interior durante el pasado ejercicio se registraron en la provincia 182 robos en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, de los que 99 fueron exclusivamente robos en viviendas (dos de cada tres robos en viviendas se localizaron en la capital). El aumento de esta tipología delictiva respecto al primer año de la pandemia fue del 30%.
Sin embargo, hay que recalcar que los robos en domicilios de la capital aumentaron de manera mucho más considerable al pasar de los 30 registrados en 2020 a los 66, es decir un incremento del 120 por ciento aunque hay que tener en cuenta que la población estuvo confinada durante un importante período del fatídico 2020. Entretanto, el Portal Estadístico del Ministerio del Interior también refleja un aumento de los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria al pasar de los 25 contabilizados en 2020 a los 32 del pasado año (aumento del 28%), aunque en este apartado en la capital se hizo notar más al pasar de los 9 a los 17 casos en un año (incremento del 88,9%).
DELITOS SEXUALES Y DROGAS. Mientras tanto, en materia sexual la provincia contabilizó durante el pasado ejercicio 32 delitos, los mismos que un año antes, de los que 20 se registraron en la capital. De los 32 casos contabilizados, dos son violaciones (una en la capital) y el resto son delitos contra la libertad sexual.
Además, los hechos relacionados con el tráfico de drogas bajaron en conjunto de la provincia un 16,7% pese a que curiosamente en la capital experimentaron un aumento del 46,7%. En números, en la provincia se registraron 40 infracciones penales, de las que 22 fueron focalizadas en la capital (15 en 2020). En otro orden de cosas, la estadística elaborada por el Ministerio del Interior también refleja que las sustracciones de vehículos bajaron un 15,2% el pasado año respecto a 2020 (28 en 2021 frente a los 33 del ejercicio anterior). De manera más concreta, de los 28 robos de automóviles registrados en la provincia durante el pasado año, 20 se localizaron en la capital.
EN LA REGIÓN. «Somos la cuarta comunidad autónoma más segura de España cuando por nuestra extensión y por la situación de despoblación de muchos de nuestros pueblos, la tarea de prevenir los delitos es mucho más difícil. Solo tienen tasas más bajas de delincuencia Extremadura, Asturias y La Rioja», se felicitó recientemente la delegada del Gobierno, Virginia a Barcones, respecto de los datos de crimininalidad de 2021.
Castilla y León registró un descenso de la criminalidad el año pasado, siete décimas por debajo del dato de 2019 y diez puntos por debajo de la media española, mientras crece el número de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, así como el porcentaje de esclarecimiento de delitos.