La muerte de una mujer de 32 años este lunes en Palencia fue una nueva estocada de la violencia machista en Castilla y León. Raquel fue asesinada a manos de su pareja de forma violenta, estrangulándola hasta la muerte con una cuerda o cadena en presencia de los dos hijos que vivían en el domicilio. Después, el se suicidó tirándose a las vías del tren a su paso por la capital palentina. La investigación policial y la autopsia confirmaron ayer lo que el lunes era un secreto a voces, al que solo faltaba la oficialidad: que la violencia machista había vuelto a hacer acto de presencia en la Comunidad por tercera vez en lo que va de año, y por número 59 desde que comenzaron los registros en el año 2003.

El subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Miguel, fue el encargado de explicar ayer ante los medios los resultados de las pesquisas policiales y el informe forense. «Raquel tuvo una muerte violenta, fue estrangulada con algún objeto, que podría ser una cadena, una cuerda o alguna correa, y murió por asfixia», detalló Miguel, que avanzó que el mismo informe concluye que la víctima se defendió y luchó «porque él presenta una marca de mordida en una mano».

También, que podría haber sido asesinada poco antes de las 7.00 horas, cuando su pareja se tiró a la vía del tren, porque cuando el forense llegó al domicilio sobre las 11.00 horas «no había rigor mortis y calculaba que la muerte se había producido cuatro horas antes». Todo apunta a que «inmediatamente después de matarla salió de casa y se tiró a la vía del tren para suicidarse y afortunadamente no se le ocurrió dañar a los chavales». Además añadió que los primeros testimonios recabados indican que la relación de la pareja era «tensa» pero no había ningún dato que presagiara que esto podía ocurrir.

(I a d) Rocía Lucas, Juan García-Gallardo e Isabel Blanco, durante el minuto de silencio en la sede de Presidencia. - Foto: Jcyl

Poco antes, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ya había confirmado que Raquel, con dos hijos, es la tercera víctima de violencia machista en Castilla y León en lo que va de año. «No valen negacionismos, no valen retrocesos, porque esta lacra cada día como sociedad nos tiñe de luto», añadió Barcones durante un acto en Soria, donde volvió a pedir  a cualquier mujer que esté siendo víctima de la violencia machista que lo ponga en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y a la propia sociedad.

Denuncia anterior

Por otra parte, y en relación con la investigación al asesino de Raquel de un posible caso de violencia de género sobre esta ya en el año 2019, el subdelegado del Gobierno en Palencia aclaró que entonces ella avisó a la Policía y que, cuando llegaron los agentes al domicilio, presentaba hematomas y señales de violencia, pero no quiso denunciar y el hecho fue sobreseído. «Es el problema fundamental que tenemos en estos casos, cuando no se denuncia», lamentó Ángel Miguel, que también pidió a cualquier mujer que sea agredida «que denuncie para que podamos ayudarla». «Los agentes tuvieron un diálogo con ella y le ofrecieron la posibilidad de denunciar, así como apoyo psicológico, pero ella no quiso presentar la denuncia. Algo que hoy en día se hubiera desarrollado de otra forma, porque la normativa ha evolucionado», concluyó Ángel Miguel.

Repulsa de la sociedad

Un crimen que volvió a sacar a las calles a cientos de personas ayer en señal de repulsa contra la violencia de género. La más multitudinaria se produjo en la propia Palencia, donde cerca de 400 personas guardaron cinco minutos de silencio en la Plaza Mayor para condenar el asesinato machista de Raquel. Un acto que contó con la participación de un alto número de alumnos del CEIP Padre Claret, centro educativo en el que estudian los dos hijos, de siete y dos años, de la víctima. 

Representantes institucionales de Castilla y León también se sumaron a las muestras de rechazo contra este asesinato y guardaron un minuto de silencio. Las concentraciones se produjeron en torno al mediodía en la sede de la Presidencia de la Junta, las Cortes de Castilla y León y las subdelegaciones del Gobierno en las nueve provincias de la Comunidad. En el acto de repulsa que se ha celebrado en la sede de la Junta participaron el vicepresidente, Juan García-Gallardo, y las consejeras de Educación, Rocío Lucas, y Familia, Isabel Blanco, entre otros cargos del Ejecutivo. El número dos de la Junta utilizó más tardes sus redes sociales para asegurar que «pronto, todas las víctimas de violencia serán tratadas por igual y no se alimentarán políticas identitarias discriminatorias por razón de sexo. La violencia no tiene género».

El presidente, Alfonso Fernández Mañueco, no pudo asistir a la convocatoria porque se encontraba de visita en Ávila. Desde allí, condenó este nuevo caso de «violencia machista», y reiteró la «apuesta clara» del Gobierno autonómico por combatir «todo tipo de violencia en el entorno familiar» y, «muy especialmente», según matizó, «la violencia de género», algo en lo que afirmó mantener un «compromiso personal desde hace muchos años».
Por su parte, en las Cortes de Castilla y León también guardaron el minuto de silencio representantes de todos los grupos parlamentarios. Al igual que en la Junta, el presidente del Parlamento, Carlos Pollán, excusó su presencia, ya que se encontraba en un acto en León.