Seis meses sin casa y sin noticias de los tribunales

Carlos H. Sanz
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Félix Pollos es uno de los cuatro propietarios del número 2 de la plaza de España, okupado hace medio año. Urge apoyo judicial y de las administraciones para recuperar su casa

Seis meses sin casa y sin noticias de los tribunales - Foto: Óscar Navarro

Félix Pollos tenía todo planeado para disfrutar de su jubilación. Junto a su hijo adquirió una vivienda en estado precario con el objetivo de ir arreglándola, poco a poco. «Tengo 85 años y dentro de nada necesitaré una vivienda adecuada, ya que donde vivo ahora carece de ascensor y de posibilidad de montarlo; el plan era que yo, por mi edad, me viniese a vivir a este piso una vez arreglado hasta que él regresase a Palencia», explica a Diario Palentino a solo unos metros de su vivienda, el 3º derecha del edificio número 2 de la plaza de España.

Un proyecto que hace seis meses, en agosto del año pasado, se torció cuando cuatro familias irrumpieron en el inmueble y okuparon cuatro de sus ocho viviendas. «Durante el verano habíamos comenzado a rehabilitar el piso; pusimos una puerta nueva y se arregló el arambol y la caja de la escalera. Sin embargo, un día, de forma inesperada, me llamó el administrador y me dijo que había visto luces en casa», relata Félix Pollos.

Sus peores temores se confirmaron. «En aquel entonces había tres pisos ya ocupados pero en mi vivienda aún no había nadie, aunque habían destrozado la puerta, así que me fuí a la Policía Nacional y presenté una denuncia por allanamiento de morada con fuerza y robo, ya que había desaparecido las pocas cosas que habían empezado a llevar a allí», comenta este propietario. 

Félix Pollos comenzó a ir a diario a su vivienda para vigilar que no entrara nadie. «Ya habían empalmado la electricidad y habían quitado el precinto del agua, así que decidí quitar el marco de la puerta y tabicar la entrada en vez de poner una puerta nueva», rememora.

Este propietario, que reside a solo unas calles de su vivienda ocupada, recuerda que mantuvo una discusión con uno de los okupas. «Era una familia con niños y me rogaron que no tabicara la entrada; me prometieron que iban a respetar mi piso, pero aprovechando las ferias de San Antolín, un día me encontré con que había arrancado una puerta del cuarto piso y la habían colocado en el hueco», añade.

Ese fue el último día en que pudo entrar en su casa. «Fui a la Policía y presenté otra denuncia, en ese caso por ocupación», explica. De eso han pasado seis meses y, a día de hoy, Félix Pollos teme que transcurrirán otros seis más -si no más- hasta que recupere su casa.

«Mi caso, con el del resto de propietarios -cinco en total- está en el Juzgado de Instrucción número 4 de Palencia. He llamado en varias ocasiones pero me dicen que todavía no saben nada», asegura entre enfadado y resignado este palentino para quien la solución a su caso y a las todas las okupaciones la tienen los gobernantes. 

«Estas familias no tienen la culpa; este es un problema político porque el Gobierno es el que tiene armas suficientes para poderles echar pero no las utilizan. Nadie las utiliza, ni los juzgados, ni la policía... Somos el único sitio de Europa en el que ocurren estas cosas», lamenta.

Félix Pollos llama la atención sobre «el perjuicio» que causan estas okupaciones. «Mi hijo y yo invertimos un dinero y hay una hipoteca que se paga todos los meses mientras veo cómo no puedo terminar de arreglar mi piso para irme a vivir».

Hipoteca, contribución, gastos del administrador... «Es como si me estuvieran quitando el dinero de la cartera», critica Félix Pollos, que lamenta no encontrar ningún apoyo ni en las administraciones ni en la Justicia mientras se cruza con los okupas en el Mercadona del barrio. 

«Estoy preparando un escrito para enviarlo al juzgado explicando el perjuicio que nos está ocasionando esta situación», sostiene. Mientras, mira a su piso desde el otro lado de la plaza de España, este palentino asegura que no se rendirá hasta volver a disfrutar de su vivienda.