Ejercicio de autocrítica

DP
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La parálisis del movimiento vecinal le hace merecedor este año del Cristo de la Tristeza

Imagen de archivo de una actividad organizada el Día del Vecino - Foto: Sara Muniosguren

El movimiento vecinal se ha hecho acreedor del Cristo de la Tristeza, entre otras razones  porque «no ha estado a la altura de las circunstancias, ni ante la actual situación de pandemia que vive la sociedad, ni ante la lamentable situación que vive la ciudad, sumida en total estado de abandono y dejadez a niveles nunca vistos», afirma la junta directiva de la Asociación de Vecinos del Barrio del Cristo. 

Y es que, según esta, existen motivos «más que suficientes» para estar al «pie del cañón» en la reivindicación frente multitud de decisiones tomadas desde las distintas Administraciones, «como son los presupuestos municipales carentes de progresividad y justicia; la continua degradación de los medios de participación ciudadana, como el cambio de hora de los plenos o la dificultad de comunicación de las distintas asociaciones con las administraciones;  la toma de decisiones por parte del Ayuntamiento sin contar con la visión del movimiento vecinal; el cierre casi diario de comercios y empresas en nuestra ciudad; la falta de inversiones en mejoras de acerados, asfaltados, accesibilidad, jardines y parques, la condena a un exilio forzoso a nuestros jóvenes (la generación más preparada de nuestra historia) y muchas otras que, en teoría influyen en  la calidad de vida de todos los ciudadanos y no sabemos encontrar nuestro lugar a la hora de canalizar estas reivindicaciones», afirma.  

En un ejercicio de «autocrítica», desde el Cristo se considera que el movimiento vecinal tampoco está sabiendo adaptarse a un tiempo y a una generación que, sin duda, es la que nos tiene que relevar en esta labor. «Nuestras asociaciones vecinales viven un momento de agonía que no estamos sabiendo atajar, viendo como algunas de ellas desaparecen y otras permanecen por la perpetuación de cargos».

De igual manera «no estamos aprovechando las posibles sinergias que podríamos tener con las asociaciones del mundo rural de nuestra provincia, que recordemos también podrían formar parte de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, sumando fuerzas en las reivindicaciones comunes». Y, sobre todo, incide la Junta  Directiva de la AVV del Cristo, «no estamos dando la respuesta que merece la continua degradación por parte del Ayuntamiento de los medios de apoyo al  movimiento vecinal».

ejemplo. El Cristo de la Alegría ha correspondido a los que, a su juicio,  son los «grandes olvidados» de esta situación y que «estoicamente están dando ejemplo de responsabilidad, resiliencia y buen hacer durante ya más de un año», todos  los niños de la ciudad,  «ejemplo para todos de cómo mantener las medidas de contención de la propagación del virus, adaptándose de manera eficaz y envidiable a una situación escolar, familiar, de relaciones sociales y muchas otras que tan duras se nos están haciendo a los adultos. Recordemos que son prácticamente inexistentes los contagios en los Centros Educativos de Infantil y Primaria y que además en muchas ocasiones, el ejemplo que desde nuestra madurez de adultos les estamos dando no es el más adecuado». 

Por último, la junta directiva de la AVV del Cristo  agradece la labor que durante ya más de un año lleva realizando un grupo de vecinos en el seguimiento de información en relación con las obras de soterramiento de las canalizaciones de gas natural.