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E. Marín
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Las redes sociales y los teléfonos móviles, armas de ciberacoso y violencia de género

El uso de información y medios como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Esta es la definición de ciberacoso o, lo que es lo mismo, el lado más oscuro de las nuevas tecnologías.

Son muchos, especialmente jóvenes, los que se desenvuelven con soltura en la sociedad digital, pero también tienen una percepción muy baja de los riesgos que pueden esconderse en ella.

«Hay que sensibilizar a la gente joven de que no tiene protección ante el riesgo de lo que hace en Internet», señala Milagros Manchón, responsable de la Unidad contra la Violencia de la Mujer.

Whatsapp, Tuenti y llamadas al móvil son los cauces más frecuentes para enviar y recibir mensajes insultantes o amenazadores, lo que supone una forma de ejercer la violencia de género. En este sentido destacar que las mujeres son las principales receptoras de esta nueva violencia y muchas de ellas reconocen haberla sufrido.

Manchón explica que varios estudios revelan que ha disminuido la edad de la primera relación de pareja: 13 años en el caso de los varones y 14 en el de las mujeres. «Hay que tener mucho cuidado», afirma. «Se cuelgan fotos en Internet sin el consentimiento de los padres y eso conlleva muchos riesgos, como el quedar con desconocidos y no saber qué puede pasar», asegura.

Insiste en que queda mucho por hacer para prevenir y concienciar de que este tipo de acoso existe. «Hay que saber lo que hacen nuestros hijos en ordenadores y teléfonos, porque si no lo conocemos nunca veremos el problema», añade. «Vamos muy por detrás de las nuevas tecnologías», comenta preocupada.

Los datos son escalofriantes. Un estudio de la delegación del Gobierno para la Violencia de Género en Madrid revela que el 28,1% de los adolescentes no considera conducta de riesgo responder a un mensaje en el que son insultados. Además, uno de cada cuatro asegura sin reparos que colgaría una fotografía suya que sus padres no autorizarían, mientras que el 44,5 % de los chicos y el 37,1 % de las chicas han aceptado dos o más veces como amigo o amiga en la red a una persona desconocida.

El proyecto de reforma del Código Penal incluye como delito el acoso a través de este tipo de dispositivos. Esto posibilitará eventualmente condenar las conductas que tengan lugar cuando una persona se ponga en contacto por medios electrónicos con un menor de edad con el fin de cometer cualquier delito contra su integridad sexual.

La cuestión es que los ciberdelitos evolucionan al ritmo de la tecnología y es imprescindible que los ordenamientos jurídicos se adapten.