l.m.rivas cilleros / palencia
Los municipios que hace algo más de un año comenzaron a delegar en el Consorcio Provincial de Residuos la gestión de sus escombros y otros residuos procedentes de la construcción (obras menores) se mantienen a la expectativa de que el sistema esté operativo.
El Consorcio remitió en 2013 una carta para informar de su intención de poner en marcha en 2014 esta recogida. Antes, los Ayuntamientos debían cumplir un requisito esencial: adherirse a la encomienda del servicio.
Este paso debía darlo el Pleno de cada Corporación, que facultaba así al alcalde a firmar el documento que regula la prestación en su localidad. Ese paso lo dieron 50 localidades, es decir una de cada cuatro de la provincia.
Es un porcentaje menor del esperado. Y no será porque el Consorcio Provincial y la Diputación no hayan insistido, por activa y por pasiva en que el éxito del proyecto dependía en buena medida del número de localidades que se sumen. A más municipios, más posibilidad de optimizar recursos y de ese modo reducir costes.
La realidad, tozuda, demuestra que en muchos casos se sigue optando por desechar esos escombros sin control medioambiental alguno, es decir, en escombreras o instalaciones similares, a riesgo de ser multados económicamente.
Las previsiones iniciales eran que el servicio de recogida de escombros en los municipios de la provincia estuviera implantado en el primer semestre de este año.
En mayo esos plazos saltaron por los aires. Lo hicieron cuando se anunció que la implantación se realizaría a principios de 2015.
Ello sería posible tras la licitación del contrato, que se preveía publicar a finales del mes de junio, en paralelo al de la recogida de envases.
Para que puedan contar con el servicio de recogida de escombros estos municipios han de cumplir una serie de condiciones. Contar con un punto bien señalizado en su zona que disponga de una plataforma en el suelo correctamente preparada con hormigón y provista de un cerramiento específico. La instalación y puesta en marcha de este espacio tendría un coste de aproximadamente 3.000 euros para el Ayuntamiento, por lo que el Consorcio Provincial de Residuos, a través de la Diputación, ha estudiado la posibilidad de ayudar económicamente a los municipios adheridos, El Consorcio se compromete a asumir la gestión y contratación y cada uno de los Ayuntamientos debe hacerse cargo de la facturación del servicio.
Nuevas tecnologías
La empresa adjudicataria de la recogida selectiva de envases no se olvida de las nuevas tecnologías. Pone a disposición de los usuarios un sistema de alertas, con códigos QR para que los ciudadanos puedan aportar información e incidencias que observen en los contenedores. Se busca un doble objetivo: hacer partícipes a los usuarios del sistema e involucrarles en la sugerencia de mejoras. Se instalarán cajas de recogida en Colegios, Administraciones Públicas y oficinas y máquinas destructoras en edificios oficiales que lo soliciten. El estudio de necesidades del comercio local para mejorar la selección en origen es otra mejora añadida por la adjudicataria, que en los municipios más grandes instalará contenedores especiales para hostelería. Asímismo los camiones que completen las rutas establecidas estarán equipados con sistemas de localización GPS y autopesajes para el seguimiento de cada contenedor.