El concurso de arada de la discordia

Fernando Pastor
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Profirió graves insultos contra al delegado sindical comarcal y le amenazó con «hacerle todo el daño que pudiera desde ese día en adelante», según constaba en las diligencias

El concurso de arada de la discordia

El 11 de Abril de 1943 (esta semana se cumplirán 81 años) se produjo en Valoria la Buena un altercado de importancia, que obligó a ponerlo en conocimiento del gobernador civil de Valladolid.

Los hechos ocurrieron en un concurso de arada organizado a instancias del Servicio Nacional del Trigo con la finalidad de seleccionar al mejor arador que representase a Valoria la Buena en concursos de superior ámbito.

El concurso constaba de 5 pruebas, en las que para determinar el ganador se sumarían los puntos otorgados por cada miembro del jurado.

El concurso de arada de la discordiaEl concurso de arada de la discordiaEste jurado estaba compuesto por 4 miembros: el alcalde, el jefe local del movimiento, el delegado sindical comarcal en calidad de miembro de la Junta Agrícola, y otra persona, que resultó ser hermano de uno de los aradores participantes.

Los otros tres miembros entendían que este último no debía participar como parte del jurado, por su relación familiar con uno de los concursantes, pero por delicadeza nadie lo recusó, esperando que fuese él mismo quien rehusara, pero no tuvo tampoco esa delicadeza, según constó después en el relato de los hechos.

Tras el concurso, este miembro del jurado le dijo a su hermano los puntos que le habían otorgado los otros componentes del mismo. 

Al saberlo, subió enfurecido a las dependencias de la casa consistorial para recriminar al delegado sindical comarcal, en presencia del alcalde y del jefe local del movimiento, que por su culpa no había ganado, y que lo había hecho con mala idea. Por ello, profirió graves insultos contra él y le amenazó con «hacerle todo el daño que pudiera desde ese día en adelante», según constaba en las diligencias.

Estos insultos y graves amenazas proferidos contra el delegado sindical comarcal no se entendían, habida cuenta de que el alcalde, también miembro del jurado, le había otorgado la misma puntuación, lo que demostraba que no era intencionado, ni por inquina personal.

El acosado no pudo responder a la afrenta como delegado sindical comarcal, ya que su participación como miembro del jurado no era en calidad de tal cargo sino en representación de la Junta Agrícola. 

Reaccionó discutiendo con el arador, y manifestó que «no veía otra forma de afrontar la situación más que con violencia», dada la gravedad de los insultos y amenazas recibidos. Por ello, dimitió de todos sus cargos (ocupaba otros, además de delegado sindical comarcal). 

Los hechos fueron comunicados al delegado provincial de sindicatos, quien a su vez remitió un escrito al gobernador civil, en el que le relataba los hechos y los insultos y graves amenazas «que no pueden tolerarse», y le preguntaba qué sanción debía imponerse al arador.

FANEGAS DE PAN MEDIADO, TRIGO Y CEBADA PARA EL VIZCONDE.

También en abril, pero de dos años antes, 1941, desde esta misma localidad se le habían efectuado diversas preguntas al gobernador civil de Valladolid, con motivo de la sentencia de un pleito entre el Ayuntamiento y los vecinos de Valoria por una parte, y el vizconde de la villa por otra, con motivo de una disputa por un contrato de censo (canon que se establecía como remuneración a un servicio o a un préstamo).

Hacía ya más de un año (febrero de 1940) que había sido dictada sentencia condenatoria que obligaba a los primeros a entregar al vizconde o a sus causahabientes 512 fanegas de pan mediado, trigo y cebada por cada uno de los tres años a los que se refería la sentencia: 1929, 1930 y 1931.

Sin embargo, pese al tiempo transcurrido desde la sentencia nadie les había pasado la minuta para la entrega de dichas fanegas. 

El alcalde le escribe al gobernador civil de Valladolid (a la sazón, también jefe provincial del movimiento) preguntándole si sería conveniente depositarlo en el juzgado a disposición de la parte actora. 

También le preguntaban si procedía deducir las 60 fanegas ya entregadas, como se refleja en la demanda y de lo que disponen recibo firmado la parte demandante. 

Esta carta, fechada el 25 de abril de 1941, estaa motivada «con ánimo de evitar gastos, molestias y disgustos a los censatarios, los demandados, que son las personas más modestas de Valoria».