La curva de Naveros, más segura un año después de la tragedia

Óscar Herrero
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Fallecieron seis personas al caer su vehículo a la esclusa número 13 del Canal · La presión de los vecinos ha impulsado la mejora sustancial del puente siniestrado, pero no de otros dos con problemas similares

Un gran cartel de un amarillo llamativo, reflectante y con paneles destellantes anuncia la llegada de la curva de Naveros. - Foto: Óscar Herrero

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Unos ramos recuerdan a las víctimas del accidente de hace un año en la decimotercera esclusa del canal, hoy mucho más protegida.
Unos ramos recuerdan a las víctimas del accidente de hace un año en la decimotercera esclusa del canal, hoy mucho más protegida. - Foto: Óscar Herrero
En el asfalto también se han colocado bandas sonoras y catadriópticos y el material reflectante de las señales se ha reforzado.
En el asfalto también se han colocado bandas sonoras y catadriópticos y el material reflectante de las señales se ha reforzado. - Foto: Óscar Herrero
La curva en sí también se ha señalizado con un panel luminoso y cinco paneles de curva.
La curva en sí también se ha señalizado con un panel luminoso y cinco paneles de curva. - Foto: Óscar Herrero
Además de la bionda simple existente, se ha instalado una doble que además tiene protección para los motoristas.
Además de la bionda simple existente, se ha instalado una doble que además tiene protección para los motoristas. - Foto: Óscar Herrero

 
El 11 de agosto de 2012 las provincias de Palencia y Burgos se despertaron del sueño de una noche  veraniega y veraniega con una trágica realidad. Seis personas, tres de ellas niños, vecinas y veraneantes en Zarzosa de Pisuerga (Burgos), habían fallecido a las puertas de Naveros de Pisuerga. En un punto en el que en los anteriores 40 años  se habían producido otros dos accidentes mortales con otras ocho víctimas mortales. 
 
La presión popular y las manifestaciones posteriores, hicieron que las Administraciones levantaran las orejas y, en este caso la Diputación de Palencia, señalizara mejor la «maldita curva» de la decimotercera esclusa del canal, situada en el kilómetro 8 de la PP-6112.
 
«Se curaron en salud. Decían tras el accidente que estaba señalizada como marcaba la ley. No sé si estaba legalmente señalizada, sólo puedo decir que ahora, un año después, está señalizada correctamente», explicaba junto a un gran panel amarillo reflectante esta semana el alcalde de Naveros, Carlos Rey. «Todo esto nos ha devuelto el sueño a los vecinos. Lástima que fuera después del accidente pese a que lo habíamos advertido insistentemente», matiza. La transformación de los 200 metros previos de esta carretera -tanto por un lado como por el otro del puente- no se le escapan ni al ojo más desentrenado. 
 
Por cada lado, un cartel de grandes dimensiones advierte de la presencia de un «tramo muy peligroso». Por si fuera poco las dimensiones, el color y la leyenda de este cartel fabricado en noviembre de 2012 y colocado poco después, dos paneles destellantes integrados en el mismo no permiten que el mensaje se les pase a los conductores.
 
A partir de ahí, nueve señales más, algunas con los elementos reflectantes reforzados van advirtiendo del acercamiento progresivo de una curva limitada a 30 km. «Lo han dejado como una autovía», comenta un pescador de cangrejos.  Nada que ver con la señalética anterior y que databa, en algunos casos de 1985, sin aparente poder reflectante ya. «Además, han colocado bandas sonoras al llegar y catadriópticos en el suelo», apunta el alcalde... «Con tanta luz no te da opción a despistarse», opina Exiquio, vecino de Naveros. «Lo han dejado muy bien para la seguridad, con unas barreras importantes», añade. No sólo en la propia curva, donde a las existentes antes del accidente y que no sirvieron para retener el vehículo,  se ha añadido una bionda de doble altura y protección para motoristas, sino también en los 200 metros previos, donde los Canales de Castilla y del Pisuerga corren tan próximos a la carretera que el agua se ve a través de las entradas de los pescadores de cangrejos.
 
Sin embargo, el sentimiento de los vecinos de Naveros lo resume Agustín. «¡Ya era hora!». A su lado, Adela lamenta que haya que esperar a que pasen tragedias «como la de hace un año para que se pongan las medidas es una pena». Porque la fecha sigue muy presente en la memoria de los vecinos. «Fue el día de la fiesta de San Llorente (de la Vega)», recuerdan a la puerta de su casa Pilar y Gloria. «La verdad es que lo podían haber hecho antes, pero como seguro, ahora es mucho más seguro que antes», puntualizan.
 
Pero la presión popular sólo ha dado el fruto deseado en el caso del puente que está bajo responsabilidad de la Diputación de Palencia, quien ha tomado todas estas medidas de seguridad. En cambio, en los otros las medidas ejecuciones han sido más tibias, dicen los vecinos, que no entienden de competencias y lo que desean es que las carreteras por las que transitan ellos y sus familiares sean seguras. «Aquí en Naveros se ha mejorado mucho, pero sube a Castrillo o al puente de Zarzosa», propone Adela. «Estaban mucho peor y poco se ha hecho».
 
Unos kilómetros más al norte, en la carretera burgalesa que une la PP-6112 con Castrillo, también se ha instalado la bionda para proteger a los vehículos de caer pero, curiosamente, deja un hueco libre en el vértice de la curva de acceso que permitiría la caída no sólo de un turismo, sino de un camión. Si bien es cierto, que previamente no existe una recta de dos kilómetros como en el caso de Naveros.
 
En el caso del puente de Zarzosa que, según la DGT, es competencia del Ayuntamiento de Herrera de Pisuerga se ha hecho algo más, pero sin llegar al caso de Naveros. Se ha completado la bionda simple que protege el canal, aunque el tramo antiguo, colocado en los años 70, se mueve con la presión del pie. Además, las señales, en algunos casos llevan allí desde hace décadas e incluso alguna está pintada a pincel, sin capacidad aparente de reflectar y llamar la atención de los conductores que circulen de noche. 
 
Sin embargo, no todo está en manos de las Administraciones y en los accidentes también hay componente humano. «El otro día tuve que parar a unos que llegaban a la curva a toda velocidad. Cualquier día, por eso, tenemos otra desgracia», sentencia otro pescador junto a la esclusa de Zarzosa.