Camilo de vuelta

Alberto Moreno
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Camilo de la Red, después del tremendo susto del pasado domingo,  volvió a vestirse de corto, incorporándose ayer a la primera sesión de entrenamientos del Danisa Cristo Atlético en El Otero. Por precaución, entrenó al margen de los compañeros, pero está plenamente convencido de jugar este domingo en Burgos. «Mi madre me dice que estoy loco, pero quiero jugar. Cada día estoy mejor. Un poco mareado cuando me levanto de la cama, pero poco más».

Camilo no recuerda nada del golpe sufrido el domingo. «He visto las imágenes varias veces. Mi madre me dice que no lo haga, pero yo le digo que no pasa nada. La verdad es que son imágenes muy fuertes. Javi Marcos (el jugador de la Segoviana que le golpeó de forma involuntaria) me llamó ese mismo día. Le tranquilicé, son cosas que pasan en el fútbol y no tuvo culpa. ¿Dice que no llegó a pegarme con la bota? No sé, porque no lo recuerdo, pero por las imágenes y el golpe que tengo en la mandíbula creo que dio al balón y luego a mí en el mentón».

Le mostramos el ya famoso Tubo de Guédel, que fue providencial. «Yo sabía que lo teníamos. El fisio me lo enseñó una vez y bromeamos. Le dije que para qué valía esa cosa tan rara y mira, me ha podido salvar la vida. Sin este aparato y la intervención del doctor Ángel González mi vida hubiese corrido peligro. Soy consciente de ello. He hablado con el doctor por teléfono, le he dado las gracias, pero me contestó que le restase importancia».

Nada más recibir el tremendo golpe que le hizo perder el conocimiento, preguntó al doctor cómo iba el partido, en la ambulancia tranquilizó a su madre, en el hospital pidió el alta voluntaria ese mismo día, horas más tarde viajó a Portugal a recibir un título académico, el miércoles entrenó y quiere jugar este domingo. Más que de Valladolid, parece de Bilbao. «De lo primero no me acuerdo. Lo que quiero es pasar página cuanto antes y ayudar al equipo. No soy ningún héroe».

Sus compañeros le recibieron con muchas bromas. «Hay un vestuario muy sano. Me han dicho de todo, que lo tengo que hacer para salir en la televisión. Quiero ser noticia por los goles que meta y los triunfos del equipo. ¡Menos mal que Luis Cuenca no me abrió la boca para ponerme el tubo, me habría dejado guapo!». bromeaba.

Del tremendo susto hay que hacer una lectura positiva, el hecho que el fútbol se ha concienciado de la situación para que no se repita. «Si mi caso sirve para dotar a los campos de medios, de ambulancias, o instruir a personas en los primeros auxilios, especialmente en los partidos de los niños, doy por bueno lo que me sucedió».