La Feria del Queso y el Vino echó ayer el cierre de su segunda edición con gran respaldo tanto de público asistente como de ventas por parte de los productores. Las 17 empresas queseras y las 13 bodegas llegadas de ocho Comunidades Autónomas pusieron punto y final a un evento que parece consolidarse en el calendario baltanasiego y que gozó de gran animación durante todo el fin de semana.

«El balance no puede ser más positivo. Los productores están contentos y hemos conseguido el objetivo de dar continuidad a este evento que nació el año pasado sin saber muy bien qué sería de él en el futuro», señaló la alcaldesa del municipio, María José de la Fuente.

La idea fue puesta en marcha el pasado año por la gran tradición quesera de Baltanás, un producto que tiene un gran peso en el desarrollo económico de la localidad. «El queso y el vino son dos productos que son ejemplo del aprovechamiento de nuestros recursos naturales. Son característicos de nuestra comarca y debemos ensalzarlos como tal. De ahí que se quiera recuperar la conciencia de lo nuestro a través de este tipo de eventos», matizó la regidora.

Las actividades complementarias que se organizaron en el Museo del Cerrato Castellano también tuvieron el visto bueno de los asistentes que participaron masivamente en las catas y análisis sensoriales, así como en las visitas guiadas y la ludoteca para los más pequeños, sin olvidar el recorrido guiado por el barrio de las bodegas de Baltanás.