Rafael Martínez destaca la historia y tumba mitos sobre San Antolín

O. Herrero
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El pregonero literario no ocultó sus sentimientos y recuerdos «de chiguito» en las ferias de la ciudad e instó a los palentinos a disfrutar de ellas para poder rememorarlas y vivirlas de nuevo

El alcalde, Alfonso Polanco, y la concejala de Cultura, Carmen Fernández, escuchan la intervención del pregonero literario, Rafael Martínez.. - Foto: Eva Garrido

 
Rafael Martínez, jefe del Servicio de Cultura de la Diputación, miembro de la Academia de la Historia y académico de la Tello Téllez de Meneses, recorrió la historia de los sanantolines y sus historias en los sanantolines en el inicio literario, ordenado e institucional de las Fiestas de San Antolín 2014.
Porque Martínez revivió su vida de joven, «de chiguito como decimos por aquí», con recuerdos de la Calle y la Plaza Mayor, de la Feria, de los charlatanes que vendían  gangas «porque estamos en ferias, señora». Travesuras, petardos... la vida de un niño para el que la llegada del mes de septiembre, «anunciando el próximo final del verano, suponía el inicio del gran acontecimiento del año, o lo que para mí al menos lo era: las Ferias y Fiestas de San Antolín».
Pero el pregonero literario no abandonó su vertiente académica para abordar el origen de las fiestas de San Antolín, y hasta de la propia dedicación de las fiestas al santo. Y aunque sin fijar una fecha exacta, Rafael Martínez apuntó a que se originaría «a raíz del mercado especial surgido en torno a las celebraciones religiosas en honor del patrón de la diócesis, que, quizás como he supuesto alguna vez, pudiera derivar de la cristianización de alguna festividad romana de primeros de septiembre relacionada con el culto al agua».
Así, Martínez tiró de archivo y apuntó que en el Municipal se conserva «un privilegio rodado otorgado en Valladolid el 30 de junio de 1296» por el que Fernando IV «concedía una nueva feria a la ciudad a celebrar el primer domingo de cuaresma y de paso extiende la exención de portazgo a los que vinieran a la Feria de San Antolín, que ya existía».
Una fiesta que, según recogió Martínez, «seguramente tiene más de 850 años». En cualquier caso, «la primera mención al mártir San Antolín en la documentación conocida de la Catedral de Palencia se encuentra en un privilegio fechado el 17 de febrero de 1035 por el que el rey Bermudo donó al obispo Ponce la ciudad de Palencia, con la pretensión de restaurar su obispado». También entró a retirar mitos sobre el origen de San Antolín y su advocación palentina. «Con la licenciatura debajo del brazo me enteré de que San Antolín es un mártir legendario del siglo X que según la tradición local habría llegado con san Dionisio desde Arles a evangelizar la región de Rouergue en Francia». «Sin embargo todo parece indicar que en realidad tal santo no existió y que se trata de una duplicación de san Antolín de Apamea (Siria), martirizado allí en el siglo IV, cuyas reliquias habrían sido trasladadas a Francia antes de la destrucción de la ciudad por Cosroes en el siglo VI».
Incluso recordó su ingenuidad y las de muchos palentinos. «Y cuando oí por primera vez, no recuerdo de boca de quién, la leyenda del hallazgo de su imagen en una cueva a la orilla del río Carrión (la del jabalí), ni se me ocurrió pensar que no fuera cierta. ¡Les habrá pasado a ustedes también!». «La leyenda repite el mismo esquema argumental recogido por todos los autores, se pretendía justificar en un hecho extraordinario de naturaleza divina la decisión de la restauración de la Diócesis de Palencia, bajo el control (amparo) del rey de Navarra, desgajando un territorio del reino de León». 
 
Vivencias. Pero el carácter histórico de la primera parte del pregón de Rafael Martínez, la razón por la que él arriba y 400 personas más se habían congregado en el Teatro Principal ayer por la tarde, no enturbió el carácter sentimental de Los bullicios y las algarabías en mis recuerdos de las ferias de Palencia y algo más, título de su intervención.
Y es que el pregonero hizo un repaso, apoyado en numerosas ocasiones por la hemeroteca de Diario Palentino, de las fiestas que ha disfrutado en su ciudad: Palencia.
«En Ferias iremos al circo y a los caballitos, anunciaban mi abuela o mi madre. Y se encendían las ilusiones y las esperanzas mucho antes que la iluminación que el Ayuntamiento instalaba en la Calle Mayor y en el Real de la Feria».
En este repaso tuvo bastante peso la parte taurina, afición que, reconoció Rafael Martínez, cultivó su abuelo, que tapaba un retrato de Franco con un gran cartel de la Feria Taurina. Festejos de toros que, como afirmó, se han celebrado en la plaza de la Inmaculada, la Plaza Mayor y en la plaza antigua de toros. «Probablemente desde el siglo XVI». 
No faltaron las referencias a los espectáculos de variete que sólo llegaban a Palencia en estas fechas, los gigantes y cabezudos, las tómbolas, las actuaciones de María Dolores Pradera para inaugurar el Teatro Principal, Fórmula V, Los Bravos... eventos deportivos como el Partido entre el Palencia y el Atlético de Madrid de Isacio Calleja... 
«Luego, más tarde he vivido la otra Feria, la Feria de las ilusiones de mi hijo Alfonso, al que Pilar y yo llevábamos al nuevo Real instalado ya en el Polígono. Allí le cedimos el testigo de esas ilusiones y continuamos la tradición, en una generación nueva, de la liturgia de los caballitos, los coches de choque, del azúcar de algodón, y del tren de la bruja, y de las tardes especiales acabadas en noches con fuegos artificiales».  En su pensamiento tras el repaso a sus fiestas, Rafael Martínez reconoció que «hoy en Ferias se divierte más gente que nunca, y espero que así sea este año también a pesar de la crisis que se ha instalado entre nosotros».
Por eso, el jefe del Servicio de Cultura de la Diputación emplazó a todos los palentinos y visitantes  y sobre todo «a los jóvenes de hoy y a los niños», a que disfruten de estas fiestas, «cada uno como mejor sabe, para que ellos tengan esperanza en el futuro de su vida y en el futuro de su ciudad. Y que cuando sean adultos puedan recordar entre los suyos, como he hecho yo hoy aquí, sus vivencias de las Ferias».
Por su parte, el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, tras entregar un reconocimiento al pregonero, pidió a los palentinos, «en estos primeros pasos de San Antolín», que ayuden «a lograr que Palencia vuelva a mostrar su mejor cara. Que la calle presente su mejor aspecto y se respire el espíritu de la fiesta por todos sus rincones».