agencias / madrid
Se ha hecho esperar más de dos meses, pero ayer la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dio luz verde a la compra por parte del Banco Popular del negocio minorista y de tarjetas de Citi en España, una operación que se había cerrado a finales del pasado junio, pero que carecía de la autorización pertinente.
Así, el consejo de la CNMC aprobó la transacción a través de una resolución con fecha de 28 de agosto, según consta en los registros del regulador.
La entidad financiera española anunció el pasado 23 de junio el acuerdo de adquisición de dichos negocios de la filial del grupo estadounidense en territorio nacional. Una operación que, según apuntó la firma que preside Ángel Ron, le permitirá gestionar cinco millones de tarjetas y ser líder en un segmento de alta rentabilidad, como el revolving.
La transacción se enmarca dentro de la estrategia global que CitiBank viene desarrollando desde hace unos años en varios países de Europa, que consiste en centrarse en el negocio de la banca privada, corporativa y de inversión para desprenderse de la parte minorista, algo que ya ha hecho en Bélgica, Alemania o Turquía.
La venta del negocio minorista comenzó a gestarse en el último trimestre del año pasado, cuando el grupo norteamericano repartió el cuaderno de venta, que despertó el interés de prácticamente todas las grandes entidades del panorama financiero nacional, si bien a principios de abril, el Popular fue la única entidad que quedaba en la carrera y, dos meses después, el propio Ángel Ron hacía público que el acuerdo estaba prácticamente hecho.
El importe de la operación oscilará entre 300 y 400 millones, según informaron fuentes financieras, y el acuerdo de venta quedó sujeto a la aprobación regulatoria, que ya es efectiva, por lo que está previsto que se materialice en este tercer trimestre del año.
En virtud del pacto, el Banco Popular adquiere una cartera de aproximadamente 1,2 millones de cuentas de clientes, 2.000 millones de euros en depósitos, más de 1,1 millones de tarjetas de la que se derivan 1.400 millones de euros en préstamos, 45 oficinas y aproximadamente 950 empleados.
Para Citi, presente en territorio nacional desde 1919, la venta representa «un paso más» en la estrategia global del grupo de reducir los negocios y activos no estratégicos incluidos en Citi Holdings «de forma económicamente racional». No obstante, esta entidad estadounidense pretende continuar invirtiendo y creciendo en su negocio institucional en España.