«El futuro pasa por la especialización y la internacionalización de nuestros estudios»

Esther Marín
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Pedro Caballero • Vicerrector del Campus de 'La Yutera'

«El futuro pasa por la especialización y la internacionalización de nuestros estudios» - Foto: Oscar Navarro

Sabe que la Educación no atraviesa su mejor momento, pero tiene claro que con ganas e ideas se puede avanzar mucho y lograr que la Universidad siga manteniendo un nivel «aceptable».

Un nuevo curso con más alumnos, proyectos nuevos y algún que otro recorte. ¿Con qué perspectivas se ha iniciado?

Supone una cierta continuidad y una leve mejoría en el número  de alumnos en el Campus de Palencia y eso también supone seguir con los retos en los que actualmente están inmersas las universidades. Entre ellos, los problemas de financiación, la adopción de medidas organizativas para resolverlos y un cuidado extremo hacia los alumnos, que son los que están sufriendo la peor parte. El personal también se está viendo afectado y son objetivo del respaldo de los equipos rectorales de las universidades.

Analizando los tres centros del Campus palentino, ¿qué nos encontramos en estos momentos?

Nos encontramos en un momento importante, como es la culminación de un proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Exterior en dos de los tres centros: la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias y la Facultad de Ciencias del Trabajo. En la Escuela de Educación finalizó el año pasado el proceso y son la avanzadilla en todas las escuelas de la UVA.

La matrícula se mantiene estable en todos los centros, con una ligera mejoría en algunos grados. En la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias esa mejoría es patente en todos los grados -Enología, Ingeniería Agrícola y del Medio Rural, Ingeniería de las Industrias Agrarias y Alimentarias e Ingeniería Forestal y del Medio Natural- y una proyección importante a través de sus máster y estudios de postgrado. En la Escuela de Educación se ha notado una mejoría sensible en Educación Social y en Ciencias del Trabajo se mantienen los matriculados. La demanda en los cursos de  complementos de formación a grado -alumnos  graduados que vuelven para obtener el título de Grado- también ha aumentado.

Destacar el esfuerzo de todos los centros a la hora de proponer una actividad formativa complementaria al principio de curso. Se trata de los  Cursos Cero en aquellas materias en las que se ha detectado que el alumno llega con un menor nivel de formación.

Todo ello sin olvidar la parte investigadora y de experimentación que tan importante es en todos nuestros centros.

Entre las trabas a las que se enfrentan los alumnos cuando comienzan un nuevo curso están las tasas universitarias.  Este año no ha sido tan duro, pero se arrastra el lastre del anterior

No ocultaré que a los responsables universitarios nos preocupa este incremento. Entendemos que la educación es un servicio público básico en una sociedad como la nuestra y su acceso no debe limitarse por ningún motivo.

Entendemos que el contexto económico que tenemos no apoya especialmente la continuidad en la financiación de las universidades, pero hay que dar prioridad a determinados asuntos sociales como es la educación.

La educación universitaria tiene un valor que los jóvenes deben seguir teniendo, ya que les permite formarse de manera integral para ayudarles en su trayectoria profesional.

¿Cree que el Estado está dejando de lado su función de garantizar una educación pública para todos?

No lo creo, pero están empeorando las condiciones en las que el joven preuniversitario puede acceder a esa educación superior y no se le está dando la prioridad necesaria. Es un valor que nos puede aportar ventajas más que limitaciones de cara al futuro.

Este aspecto contrasta con la parte que les toca a los universitarios, es decir, con lo que ellos aportan. En la publicación El Campus de Palencia. Impacto socioeconómico y proyección social se insiste en que la Universidad es generadora de capital social y un factor clave para el desarrollo económico.

Una de sus conclusiones es ese impacto económico que una Universidad puede tener en una ciudad como Palencia, en la que deja 18 millones de euros anuales. Eso convierte a la Educación en un motor de la economía local, además del impacto social y cultural  que supone.

Sin olvidar que se contribuye al asentamiento de población joven y se incrementa su nivel de cualificación. La población universitaria  palentina procede de Palencia y de Valladolid y hay un movimiento diario importante entre ambas ciudades. Tenemos además otras procedencias y la Universidad aspira a ser global desde ese punto de vista. De ahí la importancia de la incorporación de alumnos de otros países en nuestros estudios.

¿Qué objetivos de futuro se plantean en el Campus para potenciar la llegada de alumnos y nuevos proyectos?

Uno de nuestros retos es lograr una especialización en la oferta formativa del Campus. Hemos detectado algunas carencias que limitan el acceso de nuevos alumnos, como la multiplicidad de centros que ofrecen los mismos estudios. Pretendemos mantener la calidad de nuestros estudios y convertirnos en un destino prioritario entre los jóvenes universitarios. También debemos trabajar en la internacionalización de nuestros estudios de tal manera que exista una proyección fuera de nuestras fronteras y favorezca la incorporación de alumnos europeos y de otros países como Iberoamérica.

Con este trabajo, si ponemos la vista dentro de diez años. ¿Qué nos podríamos encontrar?

La imagen futura puede ser la de un Campus global, con un componente internacional muy importante, con una oferta educativa adaptada a la demanda y que se complemente con una formación permanente. Además que los egresados puedan volver a la Universidad para reciclarse y adquirir nuevos conocimientos.

Todo ello con un abanico de edades mucho más amplio que el actual, lo que provocaría que el Campus fuera un crisol donde se mezclarían alumnos jóvenes con esos más maduros que retornan para recibir nuevos conocimientos y con los alumnos senior que ya participan en programas de formación. La vocación de la Universidad es participar en la formación integral de las personas a lo largo de la vida. La incorporación de personas de distintas edades siempre supone un enriquecimiento en valores, mejora de la formación de los alumnos, convivencia, etc. Todo necesario para lograr esa formación global.

¿Y cómo se está desarrollando el Plan Bolonia?

Estamos en un proceso intermedio de su implantación, que supone la finalización de los ciclos formativos de estos nuevos planes de estudio que hemos tenido que adaptar al plan. Sufriremos una etapa posterior que será la acreditación de los títulos por entidades externas y, cuando acabemos la implantación de estos nuevos planes se podrá hacer un balance más completo.

Por ahora señalar que ha habido un cambio importante en la estructura y metodología de los estudios universitarios, que espero haya repercutido positivamente sobre la formación de los estudiantes. Lo hemos desarrollado con mucho esfuerzo por parte de los responsables universitarios en un contexto económico que no acompañaba un cambio tan importante como el que ha tenido que vivir la Universidad en los últimos años.

Nos queda la duda de si habrán mejorado determinados aspectos como la adquisición de competencias en todos los niveles.

Ese contexto económico parece ser el que llevó al Ministerio de Educación a plantearse la eliminación de ayudas del Programa Erasmus, aunque haya rectificado

Ratifico la valoración que se ha hecho desde el ámbito universitario. Medidas de esta naturaleza van en contra de la propia filosofía y metodología de este programa, porque nunca ha estado vinculado con la renta de los estudiantes y sus familias. Estamos viviendo un anticipo de lo que va a ser un cambio importante en el Programa Erasmus, destinado a potenciarlo y modernizarlo. Me parece que este tipo de medidas son inoportunas, cuando desde la Unión Europea se pretende potenciar este tipo de programas. Se debería apoyar el programa por considerarlo estratégico para mejorar la proyección internacional de nuestros estudiantes y, por ende, de los egresados de las Universidades españolas.

Desde la UVA, en el momento en el que el Gobierno anunció la posibilidad de retirar las ayudas, hubo un contacto directo con los alumnos. Preocupación tenemos por lo que puedan suponer decisiones futuras a la hora de comprometer la continuidad de estos programas y los apoyos económicos.

Si ya es difícil cursar unos estudios universitarios, especializarse e intentar ampliar conocimientos en el mayor número de campos, parece que el problema llega al terminar. ¿Qué hay después de la Universidad?

Yo animaría a todos los jóvenes y a los egresados universitarios, con la seguridad de que la formación que están recibiendo va a ser una herramienta especialmente útil en el próximo desempeño de su actividad profesional.

El contexto no es el más adecuado, por lo que hay que seguir luchando. Hay estudios que indican que el alumno que se forma en la Universidad tiene más posibilidades de empleo que otros, lo que tiene que servirnos de aliciente para continuar con el proyecto universitario e intentar conseguir ese título que avale el futuro halagüeño de estas personas.

Responsable universitario, pero estudiante hace unos años. ¿Como ha cambiado la Universidad en este tiempo?

Ha experimentado cambio por una modernización de su actividad y una adaptación a los nuevos tiempos. Dos ejemplos. Antes las prácticas externas eran prácticamente una anécdota y ahora constituyen una opción que se pone a disposición de los universitarios. Y esa proyección internacional ha ido creciendo en los últimos años.