La Virgen del Brezo lucía ayer en todo su esplendor. Junto a su corona de oro y su cetro, las flores que adornaban las andas competían en belleza con su manto de terciopelo azul bordado de oro, toda una joya que no hace sino más que ensalzar la grandiosidad de esta talla que abandonó la capital por unas horas para reencontrarse con sus devotos.

La Romería Mayor congregó a 6.000 feligreses de todas las edades (según datos de la Guardia Civil) llegados en mayor medida desde los pueblos de La Peña, pero también de otros puntos de la provincia y regiones cercanas que no quisieron perderse la fiesta de San Mateo.

En vehículo particular, en autobús, en bicicleta o a pie. Cualquier medio era válido para llegar a la explanada del Brezo. Los más madrugadores abrieron las actividades festivas del santuario, donde se celebró el primer acto litúrgico del día. Además también aprovecharon para acercarse a la medalla situada en el ábside de la iglesia, que muchos no dudaron en besar siguiendo la tradición.

Las campas anexas al templo comenzaron a llenarse de vehículos a medida que se acercaba el acto central de la jornada. Puntual a su cita, la Santa abandonaba su santuario al sonido de las campanas para llegar en procesión hasta el altar. Y lo hacía precedida de los pendones de la Cofradía de la Virgen del Brezo y ante miles de miradas llenas de entusiasmo y sentimiento de los allí presentes.

Una misa de campaña concelebrada por una decena de párrocos vinculados a la comarca en la que no faltaron las palabras de agradecimiento a los feligreses allí reunidos y los honores a la Virgen del Brezo.

Entre los momentos más emotivos de la jornada destacaron la interpretación del Ave María por la soprano Ana Clara Vera, la despedida de la Santa con la tradicional pañolada blanca y el canto de la Salve a las puertas del santuario.

Las autoridades de la provincia quisieron estar presentes en la Romería. Entre ellos se encontraban el alcalde de Santibáñez de la Peña, Manuel Maza; el presidente de la Diputación, José María Hernández; la diputada nacional Celinda Sánchez, el senador José Antonio Rubio, la secretaria de la Junta en Palencia, Silvia Eneas; procuradores, diputados y regidores.

JORNADA DE CAMPO. Una vez finalizada la ceremonia religiosa, unos aprovecharon para subir a la cruz, otros se acercaron a la tienda de regalos para hacerse con un recuerdo y algunos optaron por dar un paseo por el mercado de artesanía hasta la hora de la comida.

Un almuerzo al aire libre del que los feligreses disfrutaron con la familia, amigos y conocidos antes de retomar los actos festivos de la tarde entre los que destacaron el rezo del rosario y una misa en la Fuente de los Pastores.

De allí los cofrades se trasladaron hasta Aviñante de la Peña, donde disfrutaron de un gran espectáculo musical a cargo de la Orquesta La Huella, encargada de poner el colofón final a esta fiesta en honor a la patrona de la comarca de La Peña.

TRÁFICO. Al margen de la celebración religiosa, uno de los temas de conversación del día fueron los problemas de tráfico para acceder al santuario a pesar del dispositivo especial ideado desde hace varios días entre la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santibáñez de la Peña, que hizo que muchos tuvieran que dejar sus vehículos aparcados en Villafría de la Peña, tal y como se había anunciado.

No obstante, veintiséis patrullas del Cuerpo Benemérito de Guardo, Velilla del Río Carrión, Saldaña y Buenavista de Valdavia velaron por la seguridad de los allí presentes. Como también lo hicieron varios efectivos del Parque Comarcal de Bomberos, Protección Civil y Cruz Roja.